El profesor Manuel Berumen dijo hoy que estaba convencido de que la Policía iba a proteger sus libertades y "le iba a decir a la señora que yo no había hecho nada malo", pero no, le dieron la razón y terminó detenido.El ciudadano explicó a la emisora Radio Fórmula en detalle lo que vivió el 2 de agosto pasado, cuando se encontraba con su mujer, Mayra, y su hijo de 4 años en un parque público y decidió besarla.Una señora que pasaba por allí le echó en cara que había niños, y ambos empezaron a discutir exponiendo argumentos contrapuestos.Berumen explicó que le contestó que no tenía "nada de malo que (menores de edad) vean a dos personas besándose", a lo que la mujer dijo que había "casas y hoteles para hacer esas cosas".El profesor rebatió diciéndole que ese argumento era "ridículo y absurdo", ante lo cual la mujer le pidió que le acompañara ante la Policía.Ante los agentes, ella dijo que Berumen "estaba abrazando, casi metiéndole la mano" a la mujer, y además le acusó de haberla insultado, lo que el maestro rechazó.Con cinco policías más en la caseta, los agentes escucharon a las dos partes y decidieron esposar a Berumen, quien se disgustó pero no opuso resistencia, y llevarlo ante un juez calificador municipal.Este funcionario ordenó que pagara una multa de 800 pesos (61 dólares) o doce horas de arresto por "faltas administrativas" en un centro de detención preventiva donde a la postre pasaría la noche, relató Berumen.Tras abandonar la dependencia se enteró de que estuvo detenido por "insultos y agresiones a la autoridad", a "una ciudadana" y algo así como "prácticas carnales obscenas en la vía pública", por lo que interpuso una denuncia por comportamiento indebido de los servidores públicos que intervinieron en el suceso.El alcalde de la urbe, Ricardo Sheffield, se entrevistó con el profesor y le presentó una disculpa por lo ocurrido.Unas quince parejas se reunieron este domingo delante del Templo del Expiatorio para hacer público su apoyo a Berumen, quien también acudió con su esposa para defender públicamente lo que consideran un derecho a manifestar públicamente su amor.Fuentes del Ayuntamiento de León dijeron hoy que Berumen está "en todo su derecho de expresar su molestia", que el alcalde "está reconociendo la actuación errónea de los policías y del oficial calificador" y ha abierto una investigación.Sheffield, del conservador Partido Acción Nacional (PAN), considera que hubo "arbitrariedad y falta de criterio" por parte de los efectivos y del juez.Algunos medios se refieren al caso como "el beso del delito", que continuará dando qué hablar ya que el próximo domingo el movimiento juvenil YoSoy132 de León está organizando otra besada colectiva.León es una ciudad conservadora del centro de México, misma donde el pasado marzo recaló durante tres días el papa Benedicto XVI durante su primera visita a este país.