Vicente Santana Mora, de 65 años, humilde pintor que se ganaba la vida de cachuelo en cachuelo, fue la víctima mortal de un lamentable accidente de tránsito en el suburbio de Guayaquil, que involucró al vigilante Jonathan de Jesús Cañizárez León, quien conducía la camioneta X308 de la Comisión de Tránsito del Ecuador.La noche del pasado viernes, el patrullero corrió presuroso por la avenida Portete, con dirección hacia el salado. “El vigilante se pasó el semáforo en la 11 y venía embalado”, detalló Bernardo Pascual.Al llegar a la esquina de Portete y la 14 el conductor intentó esquivar a Santana, pero no lo logró. “Yo vi como se le vino encima, lo elevó y luego lo lanzó contra el suelo”, detalló el testigo. La ira de la población estalló de inmediato al intentar agredir al involucrado.VERSIÓN DE TESTIGOSAgentes de la Policía acudieron al sitio en varias camionetas para calmar los ánimos y proteger la integridad del vigilante.Los policías se vieron obligados a sacar al implicado en uno de sus patrulleros, el cual fue perseguido por la turba y agredido con palos y botellas.Otro testigo afirmó que Vicente no tuvo precaución al cruzar la calle.“Fue una imprudencia porque el patrullero venía embalado sin luces y sin sirena”, declaró Édison Sánchez, mientras que una mujer que no se identificó aclaró que “el vigilante sí traía las luces, pero venía a toda velocidad sin la sirena de precaución”.Sin embargo, un vigilante declaró que “el compañero iba a un accidente que se registró en la 22 y la K, pero lamentablemente se presentó el imprevisto”.PARTE OFICIAL CTEEsta versión se confirmó en el parte oficial, el cual asegura que el sistema 911 se comunicó a las 22:15 con el cabo primero Cirilo Rivas Bueno, quien acompañaba a Cañizárez, para notificarle sobre un accidente con heridos registrado en la 22 y la K, en el suburbio de Guayaquil.Cinco minutos después, cuando los vigilantes acudían al sitio, ocurrió el fatal accidente.Sin embargo, familiares, amigos e incluso varios curiosos que se solidarizaron al conocer lo sucedido reclamaron enérgicos.Felizmente la situación no llegó al extremo. Las miradas se concentraron en el cadáver y alguien encendió cuatro velas “para iluminar su camino”. El vehículo de Medicina Legal pretendió realizar el levantamiento del cadáver, pero fue inútil.“De aquí no se lo llevan hasta que venga un fiscal y constate la situación”, exigió Francisco Santana Mora, hermano del fallecido. Las velas encendidas agotaron sus llamas y el cadáver seguía tendido en medio de la vía.Dos horas después, a las 00:20, arribó el fiscal José Roberto Cañizares Mora. Solo en ese momento se permitió el levantamiento y todos los manifestantes calmaron sus ánimos.La autopsia determinó que Vicente Santana tenía 1,3 grados de alcohol en la sangre (lo mínimo es 0,3), por lo que posiblemente no divisó al patrullero. (VCH)
Vicente Santana Mora, de 65 años, humilde pintor que se ganaba la vida de cachuelo en cachuelo, fue la víctima mortal de un lamentable accidente de tránsito en el suburbio de Guayaquil, que involucró al vigilante Jonathan de Jesús Cañizárez León, quien conducía la camioneta X308 de la Comisión de Tránsito del Ecuador.La noche del pasado viernes, el patrullero corrió presuroso por la avenida Portete, con dirección hacia el salado. “El vigilante se pasó el semáforo en la 11 y venía embalado”, detalló Bernardo Pascual.Al llegar a la esquina de Portete y la 14 el conductor intentó esquivar a Santana, pero no lo logró. “Yo vi como se le vino encima, lo elevó y luego lo lanzó contra el suelo”, detalló el testigo. La ira de la población estalló de inmediato al intentar agredir al involucrado.VERSIÓN DE TESTIGOSAgentes de la Policía acudieron al sitio en varias camionetas para calmar los ánimos y proteger la integridad del vigilante.Los policías se vieron obligados a sacar al implicado en uno de sus patrulleros, el cual fue perseguido por la turba y agredido con palos y botellas.Otro testigo afirmó que Vicente no tuvo precaución al cruzar la calle.“Fue una imprudencia porque el patrullero venía embalado sin luces y sin sirena”, declaró Édison Sánchez, mientras que una mujer que no se identificó aclaró que “el vigilante sí traía las luces, pero venía a toda velocidad sin la sirena de precaución”.Sin embargo, un vigilante declaró que “el compañero iba a un accidente que se registró en la 22 y la K, pero lamentablemente se presentó el imprevisto”.PARTE OFICIAL CTEEsta versión se confirmó en el parte oficial, el cual asegura que el sistema 911 se comunicó a las 22:15 con el cabo primero Cirilo Rivas Bueno, quien acompañaba a Cañizárez, para notificarle sobre un accidente con heridos registrado en la 22 y la K, en el suburbio de Guayaquil.Cinco minutos después, cuando los vigilantes acudían al sitio, ocurrió el fatal accidente.Sin embargo, familiares, amigos e incluso varios curiosos que se solidarizaron al conocer lo sucedido reclamaron enérgicos.Felizmente la situación no llegó al extremo. Las miradas se concentraron en el cadáver y alguien encendió cuatro velas “para iluminar su camino”. El vehículo de Medicina Legal pretendió realizar el levantamiento del cadáver, pero fue inútil.“De aquí no se lo llevan hasta que venga un fiscal y constate la situación”, exigió Francisco Santana Mora, hermano del fallecido. Las velas encendidas agotaron sus llamas y el cadáver seguía tendido en medio de la vía.Dos horas después, a las 00:20, arribó el fiscal José Roberto Cañizares Mora. Solo en ese momento se permitió el levantamiento y todos los manifestantes calmaron sus ánimos.La autopsia determinó que Vicente Santana tenía 1,3 grados de alcohol en la sangre (lo mínimo es 0,3), por lo que posiblemente no divisó al patrullero. (VCH)