Vestido como un funcionario bancario, un delincuente se presentó en la fila de clientes e informó que no había sistema. En el mismo momento pidió a quienes iban a realizar depósitos mayores a 500 dólares que lo sigan al primer piso, porque los atenderían en forma manual.
Dayse Lindao fue una en acatar sus órdenes y sin ponerle una pistola le robaron mil doscientos dólares. La perjudicada denunció el robo en la Fiscalía, donde expuso que el lunes, a eso de las 12:00, acudió a una agencia bancaria del centro de Guayaquil para depositar la mencionada cantidad.
Lindao lo siguió y en el lugar el desconocido la condujo hasta el último módulo, donde estaba una supuesta empleada bancaria, le pidió el dinero para realizar el depósito y una vez que tuvo los 1.200 dólares en sus manos salió del cubículo y se dirigió a la planta baja, mientras Lindao esperaba que le traigan el documento que certifique el depósito. (CCQ)