Un grupo conformado por seis jóvenes de la parroquia Bella María, del cantón Balsas, que retornaba del sitio El Caucho, jurisdicción del cantón Piñas, sufrió un accidente en una camioneta, la cual se salió de la pista y cayó a un barranco de 300 metros. Cuatro de ellos murieron al instante y dos resultaron heridos.
El trágico hecho ocurrió a las 04:00, de ayer, en el sector rural Santa Elena, en una vía alterna de tercer orden que comunica Balsas con el recinto El Caucho, donde celebraron las fiestas de coronación de la reina.
Los fallecidos eran jugadores del equipo de fútbol Peñarol, de la parroquia Bella María, quienes, a pesar que ayer por la tarde debían presentarse en su parroquia Balsas para desfilar en el campeonato organizado por la liga deportiva cantonal, no resistieron la tentación de trasladarse al sitio y asistir a la farra.
Las víctimas mortales fueron identificadas como Manuel Antonio Robles Ramírez, 21 años, conocido como “Manolo”, quien en el campeonato anterior formó parte del club Atlético Balsas; Serbio Patricio Pereira Armijos, de 22; Robinson Jacinto Sozoranga Armijos, de 20, quien era pretendido por un equipo de segunda categoría en Machala; y Mario Benito Carrión Sánchez, de 30.
Los heridos son Jorge Luis Loayza Herrera, de 22 años, quien supuestamente conducía el vehículo de su hermano Giovanni; y Carlos Luis Ramírez, “Luiggi”, también jugador del Atlético Peñarol, de Bella María, quien por sus lesiones leves fue atendido en Balsas y está fuera de peligro.
La camioneta Nissan Navara 4X4, doble cabina, en la que iban las víctimas, quedó destruida.
El chofer de otro vehículo que cruzó por el mismo trayecto se percató del hecho y avisó telefónicamente a la Policía y bomberos de Balsas, cuyos rescatistas batallaron desde las 05:00 para sacar los cadáveres.
El fiscal George Espinoza y el sargento José Aguilar, de la Policía Judicial de Piñas, realizaron el levantamiento de los cadáveres. Las labores de rescate estuvieron a cargo del coronel de bomberos, Ramiro Ramírez, y del teniente coronel de la Policía, Darwin Toledo, con el apoyo de 15 agentes, quienes usaron tres cuerdas de 100 metros.