No solo de hinchas amarillos se “pintó” el estadio Olímpico Atahualpa, sino de gran cantidad de miembros de la seguridad entre Policía Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja y personal de la Dinapen, especializado en niños.A las 09:00, justo cuando empezó el operativo policial, los buses de color azul llegaban por montones a la entrada principal del escenario deportivo.De ellos como que si se tratará de un tremendo golpe al hampa o un operativo para desarticular una banda de ladrones, centenares de policías, especialmente cadetes, bajaron para custodiar la seguridad.Sus botas sonaban contra el pavimento caliente y se formaron en el parqueadero principal del estadio para recibir las órdenes de sus superiores.Muy formaditos y uniformados, en un abrir y cerrar de ojo se regaron “como hormigas” en los diferentes sectores del Atahualpa.Unos a las puertas de acceso, otros dentro del estadio y el resto para controlar el tránsito vehicular.Los policías metropolitanos, en cambio, jugaban al “gato y al ratón” con los vendedores ambulantes, ya que estaba prohibido vender camisetas o cualquier cosa cerca al estadio, lo podían hacer a una cuadra del coloso del Batán.Inclusive la Policía brindó información a los aficionados, quienes por distintas razones no entendían la nueva disposición del Municipio y con un mapa les explicaban. (DC)
No solo de hinchas amarillos se “pintó” el estadio Olímpico Atahualpa, sino de gran cantidad de miembros de la seguridad entre Policía Nacional, Defensa Civil, Cruz Roja y personal de la Dinapen, especializado en niños.A las 09:00, justo cuando empezó el operativo policial, los buses de color azul llegaban por montones a la entrada principal del escenario deportivo.De ellos como que si se tratará de un tremendo golpe al hampa o un operativo para desarticular una banda de ladrones, centenares de policías, especialmente cadetes, bajaron para custodiar la seguridad.Sus botas sonaban contra el pavimento caliente y se formaron en el parqueadero principal del estadio para recibir las órdenes de sus superiores.Muy formaditos y uniformados, en un abrir y cerrar de ojo se regaron “como hormigas” en los diferentes sectores del Atahualpa.Unos a las puertas de acceso, otros dentro del estadio y el resto para controlar el tránsito vehicular.Los policías metropolitanos, en cambio, jugaban al “gato y al ratón” con los vendedores ambulantes, ya que estaba prohibido vender camisetas o cualquier cosa cerca al estadio, lo podían hacer a una cuadra del coloso del Batán.Inclusive la Policía brindó información a los aficionados, quienes por distintas razones no entendían la nueva disposición del Municipio y con un mapa les explicaban. (DC)