“Nos siguieron como perros”, expresó Bolívar Pinzón, refiriéndose al enjambre de abejas que atacó al plan de vivienda Valle del Toachi y mandó a una docena de habitantes al hospital, por picaduras graves.A las 08:00 los lugareños se reunieron para limpiar los terrenos que serían destinados como huertos familiares. Tanto hombres como mujeres estaban con botas y machetes.La jornada prometía ser productiva, hasta que un morador, al tratar de limpiar su terreno, tocó por accidente un árbol y cayó un “aguacero de abejas”.Los pobladores trataron de huir de los insectos, pero no fue posible. Uno de ellos se metió en la oreja de Rosa Betún, de 34 años, y la señora se desmayó. Similar situación vivió el septuagenario Édgar Polo Castillo, quien no avanzó a correr y quedó tendido en la calle polvorienta pidiendo auxilio.En fracción de segundos el sitio se despobló y las casas quedaron vacías. Las mujeres salieron descalzas y con los niños llorando en sus brazos. La gente esperó la ayuda del Cuerpo de Bomberos en la avenida principal.Los elementos de la casaca roja llegaron protegidos al lugar del incidente y auxiliaron a los afectados.Polo tuvo náuseas, la presión se le “disparó” y tuvo que ser asilado en el hospital regional Gustavo Domínguez. La esposa, Gloria Montoya, explicó que su cónyuge se puso mal por las picaduras de las abejas y los galenos le indicaron que es mejor esperar cómo evoluciona el paciente.A Rosa Betún le extrajeron un insecto de la oreja en la sala de emergencia de la casa de salud. “Era amarilla y tenía pelos”, mencionó.El presidente de la organización, César Guapi, insistió que no desmayarán en hacer realidad los huertos en sus casas; claro, la próxima vez con más precaución para evitar este susto. Por el momento queda la posibilidad que el proyecto de producción agrícola sea bautizado como “La abejita”, para no olvidar ese día.(AMC)
“Nos siguieron como perros”, expresó Bolívar Pinzón, refiriéndose al enjambre de abejas que atacó al plan de vivienda Valle del Toachi y mandó a una docena de habitantes al hospital, por picaduras graves.A las 08:00 los lugareños se reunieron para limpiar los terrenos que serían destinados como huertos familiares. Tanto hombres como mujeres estaban con botas y machetes.La jornada prometía ser productiva, hasta que un morador, al tratar de limpiar su terreno, tocó por accidente un árbol y cayó un “aguacero de abejas”.Los pobladores trataron de huir de los insectos, pero no fue posible. Uno de ellos se metió en la oreja de Rosa Betún, de 34 años, y la señora se desmayó. Similar situación vivió el septuagenario Édgar Polo Castillo, quien no avanzó a correr y quedó tendido en la calle polvorienta pidiendo auxilio.En fracción de segundos el sitio se despobló y las casas quedaron vacías. Las mujeres salieron descalzas y con los niños llorando en sus brazos. La gente esperó la ayuda del Cuerpo de Bomberos en la avenida principal.Los elementos de la casaca roja llegaron protegidos al lugar del incidente y auxiliaron a los afectados.Polo tuvo náuseas, la presión se le “disparó” y tuvo que ser asilado en el hospital regional Gustavo Domínguez. La esposa, Gloria Montoya, explicó que su cónyuge se puso mal por las picaduras de las abejas y los galenos le indicaron que es mejor esperar cómo evoluciona el paciente.A Rosa Betún le extrajeron un insecto de la oreja en la sala de emergencia de la casa de salud. “Era amarilla y tenía pelos”, mencionó.El presidente de la organización, César Guapi, insistió que no desmayarán en hacer realidad los huertos en sus casas; claro, la próxima vez con más precaución para evitar este susto. Por el momento queda la posibilidad que el proyecto de producción agrícola sea bautizado como “La abejita”, para no olvidar ese día.(AMC)