La esquina de las calles Gómez Rendón y Los Ríos, en el centro sur de Guayaquil, lució copada de policías, agentes de tránsito, rescatistas y decenas de curiosos que se hicieron presentes para observar las impresionantes imágenes de un choque generado en el lugar.
A las 02:00 de ayer, el patrullero G-083, placa GXM-644, se volcó y quedó arrimado en un pilar de una casa esquinera. A pocos centímetros permanecía una camioneta gris, de placa PEI-1116, con sello de la Dirección General de Aviación Civil (DGAC), la cual tenía varios daños producto del accidente.
Entre los dos vehículos estaba la agente María Fernanda Ortiz, de 21 años, quien resultó gravemente herida, junto a un hombre de la tercera edad con algunos golpes en su cuerpo, a quien trasladaron hasta la clínica Alcívar para su debida atención.
Las versiones de los testigos indican que supuestamente hubo exceso de velocidad por parte del patrullero conducido por el policía José Ignacio Campaña Molina.
“Aguántelos que vienen embalados”, alcanzó a gritar Mario Mora a José Bolívar Espinoza Romero, chofer de la camioneta gris. “Nosotros íbamos por Los Ríos, vi al patrullero acercarse por Gómez Rendón, le grité a mi compañero conductor, pero no alcanzó a frenar y nos chocamos”, detalló.
Dentro del patrullero viajaban tres uniformados y un individuo en calidad de detenido. Al generarse el impacto entre los vehículos, la camioneta de la institución uniformada se volcó, cayó sobre una vereda donde se ejecutaba una obra en los canales de aguas lluvias y golpeó a una persona que se encontraba en el lugar.
Los ocupantes del patrullero quedaron atrapados, entre ellos la oficial Ortiz, quien tenía heridas de gravedad, y el detenido. “Tuve que meterme a tratar de sacar a la chica del patrullero porque se veía grave, la rescatamos a ella y a otro señor”, señaló el testigo Ricardo Villalobos.
Según él, esta es una situación que se pudo evitar, pero señaló que habría existido una irresponsabilidad por parte de los agentes. “Venía a velocidad, pero no traía ni luces ni sirena de emergencia y tampoco se detuvo en el semáforo que estaba intermitente”, expresó.
BOTELLAS DE LICOR
Carlos Pérez, otro de los testigos, adujo que “me metí dentro de la alcantarilla para tratar de rescatar una pistola que se les cayó a los policías. Saqué el arma y cuando abrí una de las puertas de la camioneta me di cuenta que había un olor fuerte a alcohol”, señaló.
Varios compañeros policiales trataron de impedir el acercamiento hasta el patrullero afectado, pero cuando se llevaban el vehículo fue posible observar dos botellas de cerveza en una funda plástica, una de ellas se quebró y los vidrios pretendieron esconderlos debajo uno de los asientos.
Se conoció que la oficial María Fernanda Ortiz fue trasladada al Hospital de la Policía con traumas craneoencefálicos. Nada se conoce respecto al detenido que viajaba en la patrullero.
Los conductores fueron trasladados hasta la delegación sur de tránsito, donde se comprobó que el policía Campaña Molina tenía 0.93 grados de alcohol en su sangre, cuando lo permitido es 0.3 grados y 0.15 por aire expirado, según el artículo 245 de la Ley Orgánica de Transporte Terrestre. En el lugar hubo dos uniformados más con golpes leves.
“Ambos vehículos serán trasladados hasta los patios de la Comisión de Tránsito. Realizaremos las investigaciones pertinentes hasta lograr establecer las responsabilidades del caso”, expresó el cabo de la CTE Miguel Herrera.