Nueva York comenzó a aplicar ayer un racionamiento de combustible para mejorar el aprovisionamiento tras el huracán Sandy, mientras cientos de miles de hogares recuperaron el suministro eléctrico en la región en las últimas horas.
El alcalde Michael Bloomberg admitió que el sistema de racionamiento aplicado desde las 06:00 locales “no garantiza” mejorar la situación, aunque espera que al menos reduzca las largas filas en las estaciones de servicio.
“No hay garantía que el sistema de días pares e impares vaya a hacer una gran diferencia. Ciertamente no va a haber más combustible”, dijo Bloomberg.
Los automovilistas pueden cargar combustible un día u otro de acuerdo a la última letra o número de sus matrículas. Los vehículos médicos, comerciales y taxis no están incluidos por la medida adoptada diez días después del huracán Sandy, que dejó más de 100 muertos en la costa este del país el 29 de octubre.
La escasez de combustible se debe al cierre de dos refinerías y varias terminales en la región. El 28% de las estaciones de combustible del área de la ciudad de Nueva York no tenía gasolina, según las autoridades federales.
En Nueva Jersey, estado vecino a Nueva York, aún más afectado por Sandy, el gobernador Chris Christie decidió un sistema de racionamiento similar la semana pasada.
“En Nueva Jersey hay alguna evidencia de que las filas se acortaron”, dijo Bloomberg, al referirse a los posibles efectos positivos del racionamiento.
Con el regreso del buen tiempo tras el paso el miércoles de la primera tormenta de nieve, cientos de miles de hogares recuperaron el suministro eléctrico, indicó el Departamento de Energía estadounidense.
En total, 492.080 clientes seguían sin luz en Nueva York, Nueva Jersey y Virginia, una baja considerable respecto de los más de 761.000 hogares en seis estados de la víspera.
En cada uno de esos estados aún hay más de 230.000 clientes sin electricidad, y muchos de ellos sin calefacción, desde hace once días.