Como un trueno horrendo se escuchó la tremenda explosión que puso fin al sueño de los habitantes en las calles 30 y El Oro, en el suburbio oeste de Guayaquil. Una casa de la zona fue afectada por la imprevista acción de la cual se presume fue un atentado.
Luz María Ramos, propietaria del inmueble, se mostró preocupada por la situación, al punto que llegó a pensar que se trataría de algún pillo que pretendía ingresar al domicilio para robar. Fue cerca de las 03:15 cuando se produjo la fuerte explosión que la hizo despertar de su cama.
“Recuerdo que escuché el estruendo y me asomé por el piso superior para ver de qué se trataba. Solo sé que en ese momento vi a dos hombres que salían a la carrera, se subieron a una moto y se fueron”, expresó Luz María.
La mujer de la tercera edad señaló que no posee enemistad con nadie. Que no le debe cuentas a nadie y que vive del negocio que montó en su hogar donde se dedica a vender caldo de salchicha.
En el domicilio se logró apreciar uno de los vidrios de la ventana que fue destrozado por completo, en el piso se encontraron algunos pedazos del cemento destruido y restos de lo que pudo ser el artefacto explosivo.
Esto originó que varios agentes de la Policía se hagan presentes hasta los exteriores de la vivienda para controlar la situación. Minutos más tarde, uniformados del Grupo de Intervención y Rescate participaron en las investigaciones para determinar el tipo de explosivo que utilizaron.
“La verdad es que esa explosión fue muy fuerte, porque movió el piso y provocó que todas las alarmas de los carros que están por aquí se prendieran”, expresó Gloria Yambal, quien señaló “por un momento creí que era algún temblor”.
Incendio en parqueadero
Un incendio generó preocupación entre los habitantes de la ciudadela Quisquís, en el noroeste de Guayaquil, cuando dentro de un parqueadero inició un incendio que puso en peligro a quienes habitan en los alrededores.
“Solo escuché una fuerte explosión y traté de observar lo que pasaba. Al poco tiempo me di cuenta que todo provenía de este lugar, donde se veía fuego, con otros vecinos procuramos llamar de inmediato a los bomberos para tratar de calmar las cosas”, declaró Johnny Barberán, morador.
Con la llegada de los socorristas fue posible descubrir que todo se originaba dentro de un terreno encerrado, donde funciona un parqueadero. En ese momento, dos vehículos estaban envueltos en llamas.
Aparentemente, y según los rescatistas, todo se originó en uno de los carros, el cual se consumió enseguida. El fuego progresó y estuvo a pocos minutos más de consumir al vehículo estacionado junto al primero.
“Felizmente llegaron a tiempo los bomberos, porque sí hubo temor de que las llamas se extiendan y contaminen otras casas cercanas”, refirió Andrés Delgado. El testigo y otros moradores acudieron a presenciar lo ocurrido y se mostraron preocupados cuando el fuego alcanzó altura.
Luego de varios minutos de permanecer en el lugar fue posible reducir el incendio y controlar por completo la situación. El auto donde se originaron las llamas se destruyó por completo y el segundo presentó daños pequeños.
Algunos consideran que ese sitio es una especie de bomba de tiempo porque “durante el día funciona un taller y eso genera derrame de combustible que puede provocar estos desastres”.