María de los Ángeles Andrade llegó con las justas. Tomó agua, comió un pedazo de panela, se sentó en una piedra y empezó a llorar. Las lágrimas eran de felicidad y a la vez de angustia. Formó parte de las 140 estudiantes del cuarto año de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Chimborazo (Unach), que se extraviaron en la parroquia Río Negro.La joven repetía al coronel Javier Jaramillo, comandante del Cuerpo de Bomberos de Patate, que se salvaron por la solidaridad entre compañeros.El destino era llegar hasta la parroquia de Baños a recoger hongos y gusanos para analizarlos en el laboratorio. Pero la expedición por poco termina en tragedia.PesadillaLos estudiantes llegaron en dos buses hasta la hostería Galarza, en el sector La Instancia, el viernes 9 de noviembre. Eran guiados por el profesor en genética, argentino, Javier CurraBolívar Galarza, dueño de la hostería, manifestó que le pidieron que reserve 140 almuerzos. Los estudiantes siguieron al profesor en el trayecto para descubrir nuevas variedades de hongos.Galarza expresó que un guía se ofreció a llevarlos porque advirtió que podían perderse. Pero el docente consideró que no era necesario porque conocía la zona.Los estudiantes siguieron el rumbo hasta la espesa selva de Río Negro. A las 10:00 empezó la caminata y a las 14:00 no llegaron al almuerzo. A las 16:00 fue el propio gerente de la hostería que informó a la Policía sobre la desaparición de los exploradores.De los 140 que acudieron al viaje, 130 estuvieron perdidos en medio de la selva. 54 llegaron hasta las 18:00, pero otros 76 caminaron alrededor de 18 horas en la vegetación hasta que fueron rescatados.Todos debían encontrarse a las 14:00, pero hasta las 16:00 nadie llegaba y eso preocupó al gerente de la hostería.Alexandra Erazo fue una de las primeras en llegar. “Fue desesperante porque no sabíamos dónde íbamos. Nos repartimos en grupos, pero cuando ya caía la noche mejor regresamos. Pero nos costó buscar el camino”, indicó la joven.A las 20:00 empezaron a llegar los del primero grupo. Gisel Vinces, Fabricio García, Silvana Gavilanes y Daniel Salazar pensaron que se morirían en medio de la vegetación. “Caminamos por más de seis horas, gritábamos, pero nadie nos respondía. Recorrimos en caminos feos y lodosos, hasta que la Policía nos encontró”, manifestaron.Agregaron que para tratar de no deshidratarse tuvieron que comer muchas naranjillas sembradas por el sector.La pesadilla continúo porque 76 no aparecían. Estaban extraviados en el sector de amortiguamiento del Parque Nacional Sangay.La búsqueda estuvo a cargo de más de 80 rescatistas. Estuvieron personal del GOE de Ambato, bomberos de las compañías Puyo, Shell, Baños de Agua Santa, Patate, personal del GIR, de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos y los pobladores de la comunidad Río Negro.