“Si no eres mía no serás de nadie. Así le decía ese hombre a mi madre”, aseguró Ximena Ureta, la única hija de Alida Beatriz Fuentes Sandoval, de 42 años, quien fue asesinada la madrugada de ayer presuntamente por su conviviente, Pablo Enrique Cruz Fabara, de 45.
El crimen ocurrió en la cooperativa 5 de Junio, manzana 126, en Durán. El cadáver fue trasladado al anfiteatro de Medicina Legal en Guayaquil, mientras que el sospechoso fue detenido y llevado al hospital Abel Gilbert Pontón, en la urbe porteña, porque tenía dos heridas de arma blanca.
Era riosense
Alida Fuentes era oriunda de la provincia de Los Ríos, pero hace más de 20 años viajó al puerto principal para radicarse y trabajar, pues en esa época su hija tenía apenas 5 años.
Luego consiguió un terreno en Durán, a donde se trasladó a vivir después de construir una pequeña casa de caña guadúa, que fue escenario de su muerte.
El pasado domingo, Fuentes Sandoval fue a visitar a parientes y amigos que habitan en la 29 y la Q, en el suburbio porteño. Ella se comunicó con Josefina Salguero, su comadre, y la invitó a beber unas copas.
“Últimamente yo no iba a fiestas con ella, ni la visitaba, porque no me caía tan bien el marido que tenía. Una vez tuvimos problemas, pero ese día acepté ir. Mi comadre no dejó que me vaya a casa y me quedé dormida”, recordó Salguero.
La allegada agregó que “al despertarme, a eso de la 01:30, no la vi (a Fuentes) y pregunté que había pasado. Me manifestaron que Pablo (Cruz) la fue a buscar y se fueron a la casa”.
“Vendía ‘tripitas’ en la 18”
Maribel, hermana de Fuentes, contó que “Alida vendía ‘tripitas’ en la calle 18. Ella era muy conocida en ese sector y también en el camal, donde compraba la carne para su negocio”.
Edwin, otro hermano de Alida, señaló que ella guardaba los cuchillos e implementos que usaba para laborar dentro de su vivienda.
El pariente, quien vive frente a la casa de su hermana, relató que “cerca de las 04:00 escuché que discutían, pero no le presté atención porque eso era normal. Siempre lo hacían, pero después gritó mi nombre tres veces y salí a ver qué pasaba”.
Asesinada
Cuando Edwin entró encontró a Alida Beatriz sangrando y agonizando en su habitación. “Intenté ayudarla, pero mi otro hermano estaba forcejeando con Pablo, le quería quitar el cuchillo”, relató el pariente.
Luego, “también fui a tratar de quitarle el arma (blanca) porque había el riesgo que lo mate a él también. Logramos quitarle el cuchillo cuando intentó suicidarse, pero solo quedó con unas heridas leves”, acotó el familiar.
Según Edwin, después llegaron los agentes de la Unidad de Policía Comunitaria (UPC) del sector y trasladaron a Cruz al hospital Abel Gilbert Pontón para que sea tratado de urgencia.
La casa quedó cerrada
Los otros parientes de la víctima se enteraron de lo sucedido a las 05:00 de ayer y acudieron de inmediato al lugar de los hechos.
Los policías encargados de la diligencia solicitaron que la vivienda permanezca cerrada hasta que finalicen las investigaciones del caso, según mencionaron los allegados. Ayer por la mañana, el patrullero que trasladó al principal sospechoso permaneció fuera de la casa de salud hasta que, según uno de los custodios, realicen las curaciones a Cruz.
Un agente comentó que Pablo Enrique tenía una herida en el tórax y una en el abdomen. El gendarme expresó que Cruz sostuvo que fue su mujer quien lo atacó primero. Los familiares de la occisa escucharon esto y dijeron que “eso es mentira”.
“La celaba”
Ximena comentó que “Pablo la celaba a mi mamá. Él pensaba que aún tenía algo con una expareja de ella, pero no era así. Ya la tenía amenazada y una vez le dijo que la iba a quemar con la casa”.
Josefina Salguero agregó que “mi comadre tenía muchos problemas con el marido. Siempre discutían y por eso dejé de visitarla. Cuando ella se compraba ropa él se la cortaba para que no la pueda usar”.
Además, según la hija de la víctima, “Pablo, después que peleaban, volvía arrepentido y le lloraba para que lo perdonara. Yo le expresaba a mi mamá que no le haga caso, pero él la seguía mucho, la acosaba”.
La mañana de ayer, los familiares se dirigieron a la Fiscalía de Durán para denunciar el hecho a las autoridades.
Tras la autopsia, los familiares indicaron que ella tenía una sola puñalada que atravesó su cuerpo. Sus restos fueron llevados a la 28 y Medardo Ángel Silva, en el suburbio porteño.