Ha pasado más de un mes desde que este Diario publicó el problema del basurero que se ha formado en el bloque 10 de Bastión Popular y, en lugar de mejorar, la situación empeora.
El inconveniente se observa en la calle de ingreso al populoso sector, desde la avenida Isidro Ayora, que limita con la ciudadela Villa España. Un canal de aguas lluvias los separa.
Desde la mañana llegan un sinfín de personas en camionetas a depositar fundas y sacos de desperdicios; en el mejor de los casos, restos de materiales de construcción. A pocos metros viven en precarias covachas algunas familias que se dedican al reciclaje y aprovechan para escarbar en el sitio y obtener material plástico.
La situación empeora con la basura orgánica (residuos de alimentos y hasta animales muertos) que despide malos olores afectando no solo a los que habitan en el bloque 10, sino también a los residentes de la ciudadela.
“El olor es insoportable, de nada vale que llamemos a Puerto Limpio porque apenas recogen la basura, enseguida viene gente a botar más”, reclama Xavier Mieles, habitante de la urbanización Málaga (Villa España).
El problema se ahonda con la presencia del canal. “En verano, desde las 17:00, nos invaden los mosquitos y el agua es pestilente”, sostiene Mieles.
A esta queja se suma Ramón Márquez, morador del bloque 10. “No solo es la basura, sino también la zanja que emana un olor insoportable y dura casi todo el día”, comentó el ciudadano.
Incluso aseguró que meses atrás colocaron en el lecho del canal (del lado de la avenida Isidro Ayora) sacos de tierra para desviar las aguas hacia la zona donde él vive; y con la basura, el mal olor es más fuerte.
Según Paola Gutiérrez, vocera de Puerto Limpio, el problema que existe en el sector es la irresponsabilidad de algunos ciudadanos que allí residen, quienes sacan los desechos de los contenedores.
“La limpieza del sector es un trabajo conjunto, que involucra a la empresa privada, las autoridades y la misma gente”, sostuvo la funcionaria, quien recomienda la implementación de más controles para evitar que la gente deje los desechos por doquier y que se sancione a quienes ensucian; “de nada sirve que limpiemos 5 o 6 veces al día si los chamberos desorganizan el sector”, manifestó.
“En este año se han efectuado tres mingas en Bastión Popular: la primera fue los últimos días de febrero, la segunda en julio y la tercera en octubre”, aseguró Gutiérrez.
En estas mingas participaron también personal del Ministerio de Salud Pública, y del Comité de Moradores Bastión Popular.
Los problemas se agudizan
El bloque 10 de Bastión Popular es un populoso sector del noroeste de Guayaquil que comenzó a poblarse hace más de dos décadas, pero con el tiempo se fue consolidando dentro del perímetro urbano.
Según los moradores, ellos fueron legalizados hace varios años y cuentan con servicios básicos como agua potable, alcantarillado sanitario, alumbrado público y domiciliario.
Pero persiste el problema de la acumulación de basura que proviene de sectores aledaños, en la vía de ingreso que colinda con el canal de aguas lluvias.