La noche del pasado viernes, un grupo de ciudadanos que labora por las haciendas agrícolas ubicadas en el kilómetro 100 de la vía Guayaquil-Salinas, antes del ingreso a la población de El Azúcar, percibió un hedor putrefacto que salía de los bajos de un puente que existe en el lugar.
La curiosidad llevó a estas personas a acercarse hasta el sitio de donde provenía la pestilencia, percatándose que se trataba del cuerpo de un hombre que se hallaba en el interior de dos sacos de yute.
De inmediato avisaron a la Policía para las diligencias de ley. Cuando los agentes de Criminalística llegaron para proceder al levantamiento del cadáver se llevaron tremenda sorpresa.
Al abrir el costal donde yacía el fallecido encontraron que allí solo estaba la mitad del cuerpo. Los asesinos habían cortado a su víctima en dos partes para poder embalarla. Al momento se desconoce cómo fue cercenado.
En un saco fue hallado la extremidad que va desde la cintura hacia los pies. El hombre vestía pantalón de color negro, zapatos y cinturón cafés.
El hallazgo hacía presagiar a los agentes que cerca debía estar la otra mitad y efectivamente ayudados con linternas a escasos cuatro metros descubrieron que entre un fango estaba la parte del tronco y la cabeza.
La cavidad craneal había sido tapada con una funda de color negro, cerca del pecho tenía un orificio por donde había ingresado un proyectil.
cuatro días de muerto
La víctima, de sexo masculino, tendría unos 30 años, vestía camisa color verde. Los uniformados presumen que el hombre tendría alrededor de cuatro días fallecido debido al estado de descomposición que presentaba.
No se encontraron documentos personales que ayudaran en su identificación por lo que hasta el cierre de esta edición aún no había sido reconocido.
El fiscal Víctor Tomalá tomó procedimiento del caso y procedió al levantamiento del cadáver que fue trasladado hasta la morgue de Santa Elena para la práctica de la autopsia.
“Es la primera vez que ocurre un horrendo hecho de estas magnitudes en la provincia, todo apunta a que los victimarios vinieron a dejar botado el cuerpo en este sector, por las características de lo encontrado se podría tratar de una posible venganza”, manifestó Tomalá.
Los agentes presumen que este hecho se trataría de un ajuste de cuentas. El cuerpo fue abandonado en la vía Guayaquil-Salinas.