El “sexting” capta cada vez más adeptos que muestran su cuerpo en el amplio mundo del Internet sin escandalizarse, ingresando al exhibicionismo erótico.
Este término convierte en top model de red a cualquiera que tenga un celular con cámara. La definición de “sexting” significa enviar una foto vía Internet como mensaje de texto.
María del Rosario, de 23 años, comentó que la inquietud de subir y enviar fotos a las redes sociales en poses sensuales para ella terminó debido a que contrajo nupcias.
Recordó que a los 17 años, en su época colegial, sus padres le dieron un teléfono con cámara y una computadora con acceso a Internet. Sus fotos de la playa fueron las primeras en distribuirlas entre familiares y amigos vía correo electrónico. Luego accedió al Facebook y demás redes sociales que utilizó para subir las tomas frente al espejo de su cuarto.
El boom de las fotos tomadas con el celular se disparó entre las amigas de colegio, señaló María, quien para el último año parecía competir con poses cada vez más atrevidas buscando provocar los comentarios de los hombres que la encontraban en el Facebook.
Para ella no todo fue malo, también dejaban comentarios que le ofrecían trabajo como impulsadora de productos en los supermercados. Jamás supo si sus fotos fueron mal utilizadas.
ES UN FENÓMENO JUVENIL
La joven señora indica que esa conducta es propia de la adolescencia, por eso ha retirado y eliminado todas las fotografías que la llevaron a ser attaché por tres años sin saber que participó del mundo del “sexting”.
Es un fenómeno virtual que se ha extendido en América, Asia y Europa. En Estados Unidos y en América Latina ha sido definido por especialistas como la tendencia de los adolescentes a intercambiar fotos propias con alto contenido erótico por mensajes de texto, por email o subiéndolas a las redes sociales desde celulares.
TAMBIÉN LLEGÓ A HOLLYWOOD
Existen varios sitios web como: laschicasdelgordo.net y todastuspendejas.com.ar, que recogen las fotos que los adolescentes, mayoritariamente mujeres, envían para arman galerías de fotos.
Las poses provocativas de las jóvenes son también visibles en redes sociales como Facebook.
Gráficas sensuales de la actriz Scarlet Johansson, quien interpreta a la viuda negra en Iroman 2, también estuvieron expuestas en Internet por un “hacker”.
hay desatención familiar
Según el psicólogo y sexólogo Boris Ledesma, las causas de este fenómeno van desde la desatención familiar hasta el fácil acceso a los medios tecnológicos actuales, sin que los padres controlen lo que sus hijos hacen.
Según el profesional, esto no es otra cosa que la pérdida de valores “que realzan la exposición del cuerpo sin pudor, de jóvenes atraídos por el morbo y la curiosidad sexual. Los adolescentes deben saber que su cuerpo es un santuario y que no deben exhibirlo ante los ojos de cualquiera, menos subirlas a Internet porque ahí el acceso para mal utilizar la imagen toma otro calibre”.
Sugiere educar a los jóvenes para que no caigan en el exhibicionismo.
Para el monseñor Rómulo Aguilar no todo es malo en los medios tecnológicos, pues son herramientas que sirven para comunicar a los seres humanos.
Sin embargo, Aguilar dice que la iglesia señala los peligros a los que se enfrentan los jóvenes si no tienen valores bien fundados desde la familia. “Los destapes que en estos sitios se ofrecen los van a atraer a un mundo dañino. Todos debemos apuntar a cuidar el cuerpo y quererlo como el templo de nuestra alma”.
Daños y perjuicio
El fiscal Roque Macías indicó que si alguien utiliza mal una foto de alguna persona en las redes sociales, el afectado puede reclamar por injuria y por mal utilización de la imagen y demandar penalmente, exigiendo indemnización por daños y perjuicio.
“Aún en la legislación ecuatoriana no están estipuladas otras normas a estos delitos que pueden evitarse no subiendo fotos comprometedoras, porque se sabe que la persona que lo hace está consciente del riesgo que corre de que su foto sea mal utilizada”, explicó Macías.
Investigadores de la Universidad de Michigan han analizado el comportamiento de 3.447 jóvenes con edades de entre 18 a 24 años, encontrando que si bien el “sexting” es común no lo asocian con conductas sexualmente arriesgadas o con problemas psicológicos.