Los disparos alarmaron a la barriada de la cooperativa 9 de Julio, en Fertisa, sur de Guayaquil.
Algunos pensaron que se trataba del sonido de camaretas, pero cuando salieron de sus casas, la tarde de ayer, observaron que sobre una vereda en la intersección de la avenida María Quinde Jordán y el pasaje A estaba tendido sin vida César Modesto Marquínez Matute, de 26 años.
Tras los estruendos, la madre del fallecido también salió de su domicilio y abrazó a su vástago. Después pidió a sus parientes que trajeran una almohada para colocarla bajo la cabeza de César.
Sujetos en tricimoto
La gente se aglomeró alrededor de la víctima y murmuraban que César Modesto recibió una llamada antes de ser asesinado.
Un morador, quien no quiso identificarse, comentó que la víctima vivía a una cuadra de donde lo mataron.
“Estaba viendo televisión cuando escuché cuatro disparos. Al salir de mi vivienda, la mamá del occiso decía que dos hombres se fueron corriendo por el pasaje A; también contó que a su hijo lo llamaron por teléfono y por eso salió a esta esquina”, relató el lugareño.
Policías de servicio urbano manifestaron que el hecho se registró aproximadamente a las 16:00.
El fiscal William Aguilar, quien acudió al sitio para efectuar las investigaciones con agentes de Criminalística y de Homicidios, informó que de acuerdo con las versiones de algunas personas del barrio, unos sujetos en tricimoto balearon a Marquínez Matute.
“Lo poco que se pudo recabar fue que la víctima salió de su casa y fue interceptada por unas personas que se movilizaban en una tricimoto, quienes le asestaron tres disparos en el rostro. Con respecto a lo sucedido, la familia del occiso y el vecindario no quisieron facilitar mayor información”, explicó la autoridad y agregó que realizarán las indagaciones pertinentes, independientemente de que la parentela de César Marquínez se decida a denunciar su muerte.
Llamada
Mientras la brigada de Homicidios levantaba el cadáver, al lugar se aproximó un hombre de tez morena, quien al parecer también era allegado a la víctima.
Este sujeto se acercó a la madre del baleado y la señora reaccionó con gritos.
“Tú llamaste a esos malditos, tú los llamaste. Si tú sabías, ¿por qué los llamaste?”, le recriminaba la progenitora a este hombre y lo señalaba, mientras los deudos pedían a la desesperada mujer que hiciera silencio.
Según Aguilar, la familia de César se negó a colocar una denuncia por este crimen.
Los vecinos solicitaron más resguardo policial, ya que en menos de ocho días es la segunda persona que matan a tiros por el sector.
El pasado 19 de noviembre un muchacho de 15 años falleció de un disparo en la cabeza cuando terminaba de jugar fútbol en las inmediaciones de la escuela Múnera (Fertisa).