Sandy Luis Córdova Anchundia, de 37 años, fue asesinado por dos sujetos que intentaron asaltarlo cuando iba a comprar una gaseosa a dos cuadras de su casa, en la ciudadela Abel Gilbert Pontón 2, en el cantón Durán.
La víctima iba junto a su hermano, de 16 años, quien logró escapar de los malandrines. El hecho se registró la noche del pasado martes frente al solar 2, manzana 5 de esta urbanización, fuera de la casa de una tía de Sandy Luis.
Ayer por la mañana, Jenny Anchundia, madre de Córdova, acudió al anfiteatro de Medicina Legal para reconocer los restos de su hijo. Eran aproximadamente las 07:45 y la mujer pasó a una sala interna del anfiteatro, se sentó junto a José, su conviviente y padrastro del baleado, pues él perdió a su padre hace aproximadamente 25 años durante la explosión de un barco, según contaron sus allegados.
La señora estaba desesperada, no podía contener las lágrimas y prefirió salir del lugar. Luego, aún de pie sobre la vereda, recordó que sus dos hijos varones, Sandy y un adolescente, salieron de su vivienda para ir a comprar una cola.
A la madre se le dificultó narrar los detalles de la muerte de su hijo. En cada frase parecía que perdía la respiración. Después señaló que dos delincuentes que circulaban en una motocicleta interceptaron a Sandy y su hermano.
“Al menor le pusieron el arma en el pecho, pero el mayor lo defendió y por eso le dispararon. Mi otro hijo está bien, gracias a Dios a él no le pasó nada”, recordó Jenny Anchundia.
A los pocos segundos la progenitora se exaltó y comenzó a repetir que exigía justicia y en ese momento se desmayó. Quienes estaban a su alrededor observaban de forma impotente su cuerpo tendido sobre el parterre.
Algunos intentaron llamar a una ambulancia, mientras que un empleado de una funeraria cargó a la mujer hasta un local ubicado frente al anfiteatro.
La señora estuvo inconsciente por unos minutos y fue atendida por enfermeros que pasaban por el sitio, quienes al verla mencionaron que se estaba recuperando y se retiraron.
Otros parientes llegaron a la morgue y trataron de consolar a la madre del occiso, quien no cesó de llorar.
Luego de eso, su cónyuge contó que el crimen ocurrió entre las 21:30 y 22:00 del pasado martes. Sandy fue llevado a una casa asistencial pero en el trayecto falleció.
Lorenzo Anchundia, un tío de la víctima, mostró el lugar donde fue baleado su sobrino, quien se desplomó sobre unos tanques para almacenar agua, afuera de la casa de una tía.
“Ahí lo remató. Primero le disparó cerca de la esquina (diagonal a una tienda) y no le dio, después lo alcanzó y acá lo impactó (en el abdomen)”, relató el allegado.
Según Anchundia, Sandy Córdova golpeó a uno de los malhechores cuando apuntaba a su hermano menor, quien aprovechó ese momento para escapar. Luego, la víctima forcejeó con el otro antisocial hasta que lo mataron, contó el pariente.
El tío de Sandy acotó que al momento de los hechos nadie observó lo que ocurría y que por eso no pueden identificar a los asesinos, aunque la madre de Córdova evitó señalar si su hijo adolescente podría reconocerlos en caso de encontrarlos.
Era albañil
La madre de Sandy también manifestó que su hijo la ayudaba a solventar sus gastos. Él vivía con ella, su padrastro y otros parientes cerca del lugar de los hechos, en una pequeña casa, junto a un parque.
Lorenzo Anchundia mencionó que su sobrino se dedicaba a la albañilería. Su padrastro agregó que deja dos hijas huérfanas, quienes no habitaban con él.
Tras la autopsia, la víctima sería llevada a la casa de su abuela, en la Abel Gilbert 2, para su velación.