Las alarmas comunitarias se activaron en el barrio El Estadio, en Cunduana, parroquia Licán, cuando se advirtió que uno de sus habitantes fue víctima del ataque feroz de un enjambre que cubría todo su cuerpo.
Claudio Urquizo, uno de los vecinos, observó esta escena y sin pensarlo dos veces se colocó un poncho de agua para auxiliar a don “Aguchito”, como conocían a Agustín Valencia, de 95 años, quien pedía desesperadamente ayuda.
“Lo tomé entre mis brazos al mayorcito y en esos instantes las abejas me atacaron. Una vez que dejé a buen recaudo al vecino, tuve que salir huyendo porque luego fue a mí al que perseguían los insectos”, explicó Claudio, quien tenía picaduras en el rostro y en la cabeza.
Aunque se desconocía lo que alborotó los panales, la gente no esperó y de inmediato tomó acciones para ahuyentar a las abejas utilizando antorchas improvisadas para que cese la agresión.
Los bomberos llegaron al lugar y en una ambulancia trasladaron al afectado a una casa de salud. “Le brindamos los primeros auxilios... hicimos todo lo posible, pero la víctima falleció”, indicó el socorrista Diego Corral, quien agregó que sus compañeros también acudieron en una autobomba para dispersar a los insectos.
El cadáver fue llevado a la morgue del cementerio de Riobamba. Tenía picaduras de abejas en la cabeza, rostro, brazos y piernas. “El médico legista sabrá determinar la causa de la muerte”, indicó el agente fiscal de turno, Carlos Cabrera.
Mientras se cumplía con esta diligencia, en el barrio donde se produjo este incidente se tomaron decisiones. “Dijeron que hay que quemar los panales porque aquí cerca existe un centro infantil y la escuela y hay niños que corren riesgo”, dijo Darwin Urquizo, quien al igual que su hermano Claudio también sufrió picaduras al intentar ayudar al anciano.
Darwin describió que el cuerpo de “Aguchito” estaba cubierto de insectos. “De los ojos le sacamos con unos palitos las abejas que estaban entrando y de igual manera de la nariz, también salieron por la boca y habían varias en el cabello, brazos y piernas”.
Añadió que se han registrado muertes de animales, incluidos un cerdo y un perro, por el ataque de estos insectos, mientras que varias personas del sector sufrieron picaduras, en especial los domingos, cuando juegan los jóvenes en la cancha del barrio.
Clemencia Urquizo, también moradora del sector, relató que la mascota de sus hijos se lanzó al piso cuando pasaba por la casa de don “Aguchito”, ya que también fue atacado por las abejas. En ese momento, los niños vieron a la víctima sentada y gritando por ayuda. “Mi hija regresó y activó la alarma”, aseguró la mujer, quien agregó que es la primera vez que una persona muere como consecuencia del ataque de abejas.
Por ello, los habitantes decidieron quemar todas las colmenas que encontraron con el fin de alejar de sus vidas a estos insectos.