Los restos de Alexandra Maribel Tuárez Quimís, de 28 años, fueron velados en la misma vivienda donde fue asesinada, en la lotización La Revancha, de Manta.
La mujer fue asesinada de cuatro puñaladas, asestadas presuntamente por su esposo Ulbio Enrique Quijije Espinales, de 29 años, la madrugada del martes último.
Entre llantos y el cantar de un grupo de guitarristas, la víctima fue despedida por sus familiares, amigos y compañeros de trabajo. Alexandra Maribel laboraba en una empacadora de pescado.
Los deudos manifestaron a Diario EXTRA que sacaron todos los bienes que habían en la casa para que no quedaran recuerdos de Quijije Espinales, quien intentó suicidarse luego de asesinar a su conviviente. El pasado 4 de diciembre, este hombre celebró su cumpleaños número 29 en esta vivienda junto a los demás familiares.
Ulbio Enrique aún permanece en el quirófano del hospital Rafael Rodríguez Zambrano, su pronóstico es reservado y está conectado a unos aparatos que lo mantienen con vida artificial.
El fiscal Alfonso Vélez declaró que este caso se trata de un crimen machista y que esperan saber los verdaderos motivos que llevaron a la pareja a tener una discusión tan fuerte que terminó en desgracia. El sospechoso ya se le dictó orden de prisión preventiva por presunto asesinato.
“En el momento que el marido presuntamente acuchilló a su mujer, este no había tomado una sola gota de alcohol y se encontraba totalmente sobrio”, agregó la autoridad.
Un allegado reveló que cuando Ulbio llegó de Venezuela le comunicó que Alexandra Maribel estaba a punto de pedirle el divorcio y este al enterarse le reclamó. Esta versión es investigada por la Policía.
Tuárez Quimís, quien deja huérfanos a dos menores de edad, fue sepultada en el cementerio Jardines del Edén.
La pequeña de 8 años, quien fue testigo del asesinato de su madre, es sometida a estrictos controles psicológicos. (Xanderluv)