Todos querían saber quién asesinó a Gonzalo Salinas, de 54 años, director de la academia artesanal Salinas, que funciona en el segundo piso del edificio ubicado en Lorenzo de Garaycoa 613 y Quisquís, en el centro de Guayaquil.Los profesores del instituto no pudieron ocultar su conmoción al llegar al sitio y conocer la fatal noticia. El cadáver del docente y director de la academia se encontraba dentro de su oficina, sin que se conozca indicios de los autores y móviles del crimen.Oscar Salinas, hijo del fallecido, manifestó que su padre tenía problemas con las personas que conseguían alumnos para la institución y a ellos los llamaba “matriculadores”. Recuerda que su progenitor denunció a un sujeto de apellido Litardo, quien realizaba cobros indebidos al alumnado, anomalía que fue rechazada por Gonzalo Salinas.CONVERSÓ CON UNA PAREJASegún un profesor que ayer visitó al director, al salir de la oficina observó que un hombre y una mujer ingresaron a dialogar con el funcionario. Una hora después se supo que Salinas estaba muerto.Agentes de la Policía Judicial llegaron al lugar para realizar las primeras indagaciones y expresaron a los familiares del director que él tenía un golpe contundente en la cabeza, el cual, al parecer, sería la causa de su muerte. Sin embargo, habría que esperar el resultado de la autopsia.Los allegados solo declararon que Gonzalo no tenía enemigos y que “todo es raro, pues nunca se tuvieron mayores problemas en la institución” que Salinas dirigió por más de un década.Su hijo Oscar solo pidió que se investigue el hecho y que ubiquen a la pareja que dialogó con su padre minutos antes de su muerte y al “matriculador” que tuvo problemas con su progenitor.Sin más pistas, los agentes realizaron el levantamiento del cadáver y lo trasladaron a la morgue de la Policía.
Todos querían saber quién asesinó a Gonzalo Salinas, de 54 años, director de la academia artesanal Salinas, que funciona en el segundo piso del edificio ubicado en Lorenzo de Garaycoa 613 y Quisquís, en el centro de Guayaquil.Los profesores del instituto no pudieron ocultar su conmoción al llegar al sitio y conocer la fatal noticia. El cadáver del docente y director de la academia se encontraba dentro de su oficina, sin que se conozca indicios de los autores y móviles del crimen.Oscar Salinas, hijo del fallecido, manifestó que su padre tenía problemas con las personas que conseguían alumnos para la institución y a ellos los llamaba “matriculadores”. Recuerda que su progenitor denunció a un sujeto de apellido Litardo, quien realizaba cobros indebidos al alumnado, anomalía que fue rechazada por Gonzalo Salinas.CONVERSÓ CON UNA PAREJASegún un profesor que ayer visitó al director, al salir de la oficina observó que un hombre y una mujer ingresaron a dialogar con el funcionario. Una hora después se supo que Salinas estaba muerto.Agentes de la Policía Judicial llegaron al lugar para realizar las primeras indagaciones y expresaron a los familiares del director que él tenía un golpe contundente en la cabeza, el cual, al parecer, sería la causa de su muerte. Sin embargo, habría que esperar el resultado de la autopsia.Los allegados solo declararon que Gonzalo no tenía enemigos y que “todo es raro, pues nunca se tuvieron mayores problemas en la institución” que Salinas dirigió por más de un década.Su hijo Oscar solo pidió que se investigue el hecho y que ubiquen a la pareja que dialogó con su padre minutos antes de su muerte y al “matriculador” que tuvo problemas con su progenitor.Sin más pistas, los agentes realizaron el levantamiento del cadáver y lo trasladaron a la morgue de la Policía.