“Los perros ladraron y aullaron la madrugada de ayer, como presagio de muerte y ha sido para ver un cadáver”, manifestó una nerviosa mujer de avanzada edad.
En la antigua y empedrada vía al Quinche, sector Cuadra Vieja, parroquia de Guayllabamba, al nororiente de Quito, se produjo un espeluznante asesinato.
En el lejano y desolado lugar, por donde años atrás miles de peregrinos se dirigían al Santuario de la Virgen de El Quinche, aproximadamente a las 06:30 un morador que iba al trabajo acompañado de sus mascotas, en la calle polvorienta se topó con grandes manchas de sangre.
Al fijar la mirada en el piso se dio cuenta que había señales de arrastre hacia un costado de la carretera en sentido occidente-oriente. El hombre se encaminó a la cuneta de la calle y se asustó al mirar en la hondonada el cuerpo de un hombre tendido boca abajo entre basura y matorrales.
La tensión y nerviosismo para el morador de la tercera edad, fue mayor al ver que las prendas de vestir estaban completamente manchadas de sangre.
Después de observar al muerto, el trabajador siguió su camino hasta llegar a comunicar la novedad a los policías de la zona.
Los agentes del orden tomaron la antiguo camino y llegaron al sitio donde comprobaron lo manifestado por uno de los vecinos.
A unos diez metros de profundidad estaba el cadáver del desconocido sujeto, que a simple vista no pudo ser reconocido por las personas que llegaron al lugar.
Como se trataba de una muerte violenta los policías de la Unidad de Guayllabamba solicitaron la presencia de los miembros de la Brigada de Homicidios y Criminalística. (HA)
CUCHILLO DOBLADO
En la inspección ocular de la escena del crimen los investigadores descubrieron sangre a un costado de la calle de tierra, en sentido oriente-occidente, casi junto a una pared.
Se presume que la víctima identificada como Julio Israel Quevedo Huaca, fue llevado por sus verdugos al lejano sitio para victimarlo cruelmente.
Para no ser descubiertos, los homicidas habrían colocado al joven de 23 años, contra la pared para sin ningún remordimiento propinarle con un cuchillo varias puñaladas en distintas partes del cuerpo. No conformes y como seguramente estaban con sed de sangre le degollaron al muchacho.
El feroz crimen lo habrían cometido antes que amanezca, probablemente entre las cuatro y cinco de la madrugada porque las huellas del homicidio estaban frescas.
Una vez que lo mataron, lo arrastraron y botaron al despeñadero. El cadáver no fue hacia la profundidad porque se quedó entre los arbustos de la vegetación.
En el lugar los agentes hallaron el cuchillo que fue utilizado para asesinar y degollar a Julio Israel.
Por la fuerza como el criminal clavó por varias ocasiones el arma blanca en la humanidad de Quevedo, se había doblado el filo.
Al parecer los homicidas no solo andaban portando el cuchillo, ya que una habitante, dijo que a eso de las cuatro de la mañana escuchó un disparo y sus perros empezaron a ladrar, hasta que a las siete de la mañana se enteró que un hombre estaba muerto en el sitio Cuadra Vieja.
CADÁVER RESCATADO
Miembros del Cuerpo de Bomberos de Guayllabamba, utilizando los implementos necesarios, una vez que los investigadores terminaron el trabajo de inspección, realizaron el rescate del cadáver.
El sargento Alonso Correa, de la unidad de la casaca roja, manifestó que sacar el cuerpo de la hondonada duró unos quince minutos.
Del fallecido se pudo conocer sus nombres porque en uno de los bolsillos de sus prendas de vestir se le encontró una billetera, donde estaba su documento de identidad.
El cadáver fue llevado a la morgue de la Policía, donde los familiares tendrán que reconocerlo, mientras que se realizan las investigaciones para descubrir el móvil del crimen.