Ante la atenta mirada de Goliat, un perro blanco de raza Gran danés, el candidato presidencial por el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (Prian), Álvaro Noboa juega ping pong con su esposa Anabella Azin, en su residencia ubicada en la vía a Samborondón. El lente fotográfico de EXTRA, a través de Carlos Yagual, inmortaliza sus devoluciones. Luego de unos minutos le dice adiós al juego y se alista para encarar las interrogantes que el diario de mayor circulación del país le tiene preparado.
¿Por qué otra vez candidato a la presidencia? “Simple, porque soy tan ser humano como cualquiera, creo en Dios, pienso y siento que debo luchar por llegar a la presidencia de la República para derrotar la pobreza de este país”, explica el empresario mientras este equipo periodístico ingresa a su residencia.
Sentado en una silla y con el río Babahoyo a sus espaldas, el candidato de 62 años, recuerda como para finales de la década del 70 la universidad se hizo gratuita y por consiguiente, afirmó Noboa, el nivel académico del país subió, hubo más profesionales y él es uno de ellos. Con esta explicación señala que ha preparado el plan Noboa, que no es otra cosa que crear empleos mediante la inversión extranjera como parte de su gestión de gobierno. Añade que generará bienestar y seguridad jurídica, bajará los impuestos a la renta para que las empresas vean atractivo el mercado de un país que en la actualidad se sostiene con pocos productos agrícolas y del petróleo.
ATRAER LA INVERSIÓN EXTRANJERA
Su plan, afirmó Noboa, terminará con la pobreza en el país debido a que con la inversión extranjera que pretende sean cerca de mil grandes empresas similares a la Cervecería Nacional o de las multinacionales de telefonía celular, habrá vacantes para fortalecer la clase media y ayudar a los pobres.
Señala que a los empleados hay que tecnificarlos, enseñarles a ser mejores en sus áreas de trabajo, “solo así se podrá pagar un mejor sueldo a esta persona que ya no es un colaborador más de la empresa sino un especialista en su rama. Así es como se debe hacer”, indica Noboa, quien afirmando su dedo índice en una mesa, señala que a él nadie le va a enseñar a hacer dinero y crear fuentes de empleo.
La vista del río a sus espaldas inspira tranquilidad. Siguiendo con el diálogo el candidato por el Prian, indica que la educación deberá ser integral y que el ingreso a las universidades será libre para que cada persona escoja la profesión que le gusta y no lo que le exijan.
Contrario al actual sistema de admisión estudiantil universitaria, Noboa, quien en 1996 fue nombrado presidente de la Junta Monetaria del Ecuador, afirma que los ecuatorianos tienen el derecho y el deber de prepararse en este país.
Luego analiza y deja en claro otro de los puntos de su plan: terminar con la lucha de clases.
Asegura que los últimos gobiernos han dicho que el empresario es enemigo del empleado, “cosa más absurda”, señala Noboa, quien dice que “poner e invertir es dar oportunidades al desarrollo del ser humano” y se pregunta ¿qué hay de malo que un grupo de personas brinden empleo y enseñen a otros el camino del éxito? Cree que sin odios todos pueden vivir en paz.
Asegura que mantendrá el bono de Desarrollo Humano (50 dólares) y que la seguridad social en el área de la salud deberá ser ampliada y mejorada.
Un plan perfecto
Noboa pretende fortalecer e incrementar la microempresa, sistema que lo viene realizando con la ayuda y el impulso de la fundación Cruzada Nueva Humanidad. Desde que inició sus recorridos como candidato ha entregado recursos y herramientas para que los más necesitados abran diversos negocios. También entrega tricimotos para que se las emplee en la repartición de bombonas de gas.
Alvarito, como es conocido cariñosamente por sus simpatizantes, cree tener un “plan perfecto” para sacar al país de la pobreza pero reconoce que no lo hará en un solo mandato “porque todo es progresivo”. Pero advierte que desde el primer día que él sea presidente “se sentirá la mejoría”, pues asegura que internacionalmente el Ecuador será aceptado nuevamente en el comercio exterior donde firmará los tratados de libre comercio que sean necesarios con los países que convengan.
Insiste que solo Dios sabe su futuro y que esta vez va con todo pero que si no llega a ser el ganador de esta lid electoral, seguirá intentado ser presidente porque no puede permitir ni cerrar los ojos ante la pobreza que viven los ciudadanos.
CON ZAPATOS DE CAUCHO
Aprovecha cada segundo del día y más en esta época de elecciones. Noboa, quien fue candidato presidencial por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) en 1998 y por el Prian en 2002, 2006 y 2009, se coloca unos viejos zapatos deportivos para dirigirse hasta el sector de la Martha de Roldós donde entregaría a Jorge Santos Piza, una tricimoto. Él fue escogido por su fundación porque necesitaba un medio de transporte para poder distribuir tanques de gas.
La felicidad del favorecido era evidente, Noboa mostraba complacencia mientras acomodaba sus manos y hombros para bajar el pesado medio de transporte. Luego de esto, la clásica caravana del candidato del Prian, por momentos en carro y otros a pie, se centró por la populosa zona de los Sauces (norte de Guayaquil). Ahí el candidato por quinta ocasión se despedía con la frase “al pueblo hay que enseñarle a pescar, decir darle empleo y seguridad y sé cómo hacerlo, lo he demostrado y seguiré hasta derrotar la pobreza”.
Atrás quedaron la mesa de ping pong que desestresa a Alvarito, así como su enorme perro Goliat que lo espera pacientemente en su casa luego de una larga jornada electoral.