Estas imágenes lo muestran levantando, jugando y reduciendo un caimán americano llamado Gump. Pero también puede hacer lo propio con boas constrictoras de hasta 2,5 metros de longitud.El amor del pequeño Charlie por la fauna salvaje tiene una explicación. Y es que mientras la mayoría de los niños son criados alejados del peligro, a él lo han adaptado a lagartos y serpientes.El orgulloso padre de Charlie, y dueño del santuario Ballarat Wildlife Park, de Victoria, dice que el niño viene de 3 generaciones de amantes de los animales y que ha crecido cerca del parque. “A él le encantan los reptiles. Como a todo el mundo le asustan algunas cosas, pero otras no tanto”.
Estas imágenes lo muestran levantando, jugando y reduciendo un caimán americano llamado Gump. Pero también puede hacer lo propio con boas constrictoras de hasta 2,5 metros de longitud.El amor del pequeño Charlie por la fauna salvaje tiene una explicación. Y es que mientras la mayoría de los niños son criados alejados del peligro, a él lo han adaptado a lagartos y serpientes.El orgulloso padre de Charlie, y dueño del santuario Ballarat Wildlife Park, de Victoria, dice que el niño viene de 3 generaciones de amantes de los animales y que ha crecido cerca del parque. “A él le encantan los reptiles. Como a todo el mundo le asustan algunas cosas, pero otras no tanto”.