Quantcast
Channel: Extra.ec
Viewing all articles
Browse latest Browse all 94800

“¡Doctor, estoy muerto!"

$
0
0


Cualquier  persona que padezca  de depresiones agudas graves podría desarrollar el síndrome de Cotard, un trastorno psicótico que, según los especialistas, hace que el paciente crea que está muerto o que se pudre en vida. Muchos llegan a tener un aspecto cadavérico debido a que no ingieren alimentos ni líquidos y descuidan su apariencia física.
Según los entendidos,  hay muy pocos casos en el mundo, pero son las mujeres, en porcentajes de dos a uno, las que lo desarrollan, quizás por cuestiones hormonales, o porque tienen más carga, como cuidar a los hijos.
“En mi vida profesional he visto unos siete casos de depresión psicótica con síndrome de Cotard asociado. No  exclusivamente en el Instituto de Neurociencias, ya que yo desde hace 10 años tengo sobre todo, actividades de dirección técnica y menos atención directa a pacientes”, señaló el doctor Fabricio Delgado, director técnico de dicha entidad.
Manifestó que para este mal existe la cura a través de  terapias electroconvulsivas. “El síndrome de Cotard es una manifestación clínica que ocurre en pacientes que desarrollan cuadros depresivos graves”, dijo Delgado.
“Me dicen que están muertos, que para qué les voy a dar tratamiento, o gastar pólvora en gallinazo si son cadáveres, que no les late el corazón”, dijo el galeno.
Indicó que se trata de un trastorno depresivo con características psicóticas graves, por el cual la misma persona puede desarrollar la creencia de que está muerta.  
“Es un delirio nihilista de negación completa, ya que el individuo está convencido de que está  muerto”,  manifestó.
Agrega que el paciente no  duerme, casi no se alimenta,  usualmente pierde peso y se descuida de su personalidad.  
Existen  muchas manifestaciones, dice Delgado, algunos pueden creer que los gusanos se comen su corazón.
 
FACTORES DESCONOCIDOS

Según el especialista, este mal se puede presentar por muchos factores. “Usualmente no existe un desencadenante, sino que simplemente la persona, de un momento a otro, se puede sentir mal, y de a  poco va  perdiendo el interés por las cosas que antes le  gustaban. También va a perder el sueño, presentar angustia.  La mayoría de las depresiones graves son espontáneas”, aseveró.
Sostuvo que el paciente que presente este cuadro debe ser hospitalizado, porque puede ocasionar su muerte. Usualmente se da en personas mayores de edad, desde 50 años en adelante.
“Si la persona no se trata pueden durar meses con el trastorno. Pero con la terapia de estimulación cerebral en dos semanas se mejora muchísimo. Sí tiene cura”, dijo.

TERAPIA

Añadió el psiquiatra que existe un tipo de tratamiento llamado  “terapia electroconvulsiva”, que consiste en una estimulación eléctrica en ciertas áreas del cerebro.  “Esto  saca mucho más rápido de la depresión a una persona que cualquier medicamento. Se hace tres veces a la semana”, explicó el especialista.  
“Se aplica un pequeño estímulo eléctrico en el cerebro, es más o menos cuando una persona presenta una arritmia cardiaca, y se le hace una cardioversión con la cual el corazón comienza a funcionar”, comparó.
Acotó que luego de la terapia  el paciente tiene que continuar  con un tratamiento de mantenimiento para que no recaiga.

PACIENTE NO RAZONA

En estos casos graves, el  paciente no razona, por lo que los ánimos de la familia no sirven de nada. “Hay que darle el tratamiento antes indicado y sofisticado”, indicó.
“Aquí, en el Instituto de Neurociencias, contamos con una excelente unidad para el tratamiento de casos de depresiones, sean o no, del síndrome de Cotard.    Tenemos los mejores estimuladores y  profesionales altamente especializados. Si alguna persona tiene un familiar con un caso depresivo grave que no responde a los medicamentos le decimos que acá podemos ayudarlo”, señaló.

UN CASO DE SUGESTIÓN

“Un paciente con síndrome de Cotard puede tener la creencia de que está muerto o que ha sucedido una transformación interna que sustrae totalmente todos los elementos constitutivos de su personalidad”, señaló el  siquiatra Pedro Benjamín Posligua, vicepresidente de la Fundación ecuatoriana de Neurociencias y exprofesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Estatal de Guayaquil
Agregó que en este cuadro de tipo depresivo, el paciente puede percibir que va perdiendo paulatinamente su corporabilidad, porque lo invaden situaciones completamente extrañas, como sentir que se está pudriendo en vida, o que fuerzas extrañas lo han desprovisto de todos los elementos constitutivos de su cuerpo.
Un caso que recuerda el galeno fue el de una persona que tenía un cuadro severo depresivo y pensaba que le habían hecho daño. “Este hombre consultó a un brujo en Piura. El individuo concurrió hasta el lugar para pedir asistencia, pero el hechicero,  hábilmente, se dio cuenta que su cliente tenía una enfermedad muy grave, probablemente cáncer, por lo que le aconsejó volver a su tierra, Esmeraldas,  porque en tres días moriría. Esto hizo que el enfermo entre en una gran desesperación por llegar rápido a su casa. Lamentablemente en esos días hubo un paro nacional de transporte, con bloqueo de carreteras, y  se quedó a mitad de camino”, contó el psiquiatra.
Posligua agrega que este paciente, al llegar a Esmeraldas, tenía la firme creencia que había muerto y que se presentaba ante sus familiares como un espíritu errante, condenado a la eternidad. “Esto es un caso típico producto de una poderosa sugestión,  dentro de un cuadro depresivo que tenía el paciente por alguna dolencia orgánica”, manifestó el especialista.
Afirmó que existe tratamiento para este tipo de trastornos: “Es la electroconvulsiva la que los va sacar de a poco de este estado catastrófico”, indicó.

NO MUY FRECUENTES

 Posligua manifestó que estos casos no son muy frecuentes porque ahora la medicación moderna evita que el paciente llegue a situaciones extremas de cuadros clínicos depresivos. “Ya no se ve como hace veinte o quince años a pacientes con cuadros delirantes y con trastornos de percepción. Antes no teníamos un arsenal terapéutico lo suficientemente fuerte para poder controlar los problemas de tipo psicótico, porque el síndrome de Cotard en sí es una complicación de los cuadros depresivos psicóticos”, finalizó el psiquiatra.

“Tristeza profunda”

El  psicólogo clínico Jorge Luis Escobar Tobar, presidente de la asociación de Psicólogos del Ecuador, manifestó que esta dolencia se  concibe en psicología clínica como “tristeza profunda o una negación de la vida”.
“Para nosotros,  lo que atraviesa una persona en ese estado, es una situación especial, o crisis. Evalúo su discurso de creer estar muerto en vida y me pregunto  ¿Para qué le sirve a un ser humano  sentir que no está vivo en la sociedad en la que vivimos?”, indicó.
 Agregó que habrán algunos casos que necesiten ayuda neuropsicológica o farmacológica, conjuntamente con el proceso psicoterapéutico.

Algunos casos

Un caso mundial fue el publicado la semana pasada por el periódico The Telegraph. El paciente despertó hace nueve años totalmente convencido de que no estaba vivo, a pesar de que aún respiraba.
Su condición surgió después de que el hombre, que sufría de depresión severa, intentara suicidarse. Ocho meses más tarde le dijo a los médicos que su cerebro había muerto o por lo menos, que le faltaba. Perdió el interés en fumar, dejó de hablar y se negó a comer.
“No sentía placer por nada.  Perdí mi sentido del olfato y del gusto. No tenía sentido comer porque estaba muerto. Era una pérdida de tiempo hablar porque nunca tenía nada que decir”, afirmó Graham.

Curioso caso en el 2012

El año pasado, médicos japoneses reportaron sobre un paciente de 69 años, quien le dijo a uno de los facultativos: “Creo que estoy muerto. Me gustaría preguntarle su opinión”. Cuando el médico le preguntó si un muerto podía hablar, el paciente reconoció que su condición desafiaba la lógica, pero no podía quitarse la convicción de que había fallecido. Después de un año su delirio pasó, aunque insistió en lo que le había sucedido. “Ahora estoy vivo, pero estuve muerto una vez en ese período”, dijo. También creía que el fallecido comandante coreano, Kim Jong-il, era paciente del mismo hospital.

También en el 2005

El caso más raro fue descubierto en el 2005, cuando médicos iraníes recibieron a un hombre de 32 años, quien llegó a un hospital diciendo no solo que estaba muerto, sino que además se había convertido en un perro. Agregó que su esposa había sufrido la misma suerte. Sus tres hijas, en su opinión, también habían muerto y se convirtieron en ovejas. Sostuvo que sus familiares trataron de envenenarlo, pero que nada podía hacerle daño, porque Dios lo protegía incluso en la muerte. Fue diagnosticado con síndrome de Cotard y Licantropía Clínica,  tratado con terapia electro-convulsiva y aliviado de sus principales síntomas.

Viewing all articles
Browse latest Browse all 94800

Trending Articles