Bien dice el dicho “que no todo lo que se toca es oro”, en el mundo existen herederos de grandes fortunas hechas a lo largo de hasta tres generaciones, han sorprendido al mundo con sus absurdas muertes ocurridas en circunstancias tristes y extrañas que han llenado de luto a sus acaudalados padres.
La maldición de la familia Onassis ha llamado la atención de todos por la trágica desaparición paulatina de sus miembros. La historia empieza con Aristóteles Onassis (1906-1975), quien fue un emigrante griego -aunque nacido en Turquía- que comenzó a trabajar en los puertos de Argentina cobrando 23 centavos la hora, gracias a su inteligencia, sagacidad y oportunidad para la especulación.
Muy joven se convirtió gracias al tabaco y a la naviera en uno de los navieros más ricos del mundo. Para consolidarse se casó con Athina Mary Livanos, hija del magnate de barcos griego Stavros Livanos, a quien dejó para entablar una relación con la soprano greco/norteamericana más famosa del mundo, María Callas, y cuando todo estaba arreglado para el matrimonio se casó con otra, una mujer mucho más bella y famosa que la anterior, la viuda de John Fitzgerald Kennedy en 1968, siendo en esa época el hombre más rico del mundo.
Además, era el propietario del yate más caro y lujoso del universo, “Cristina”.
Pero a partir de este matrimonio los griegos pensaron que se había excedido en cuanto a su ambición y por ello se desencadenó una extraña maldición por la soberbia del patriarca.
Primero su salud se debilitó, no fue feliz en su hogar y su familia y allegados empezaron a morir en trágicas circunstancias. Y cuando hoy parecía que aquella la maldición era cosa del pasado, dos nuevas tragedias en 2011 hacen renacer el mito.
En 1973 falleció su único hijo varón, al año siguiente su primera mujer, y él los acompañó a la tumba en 1975.
El famoso yate “Cristina”
Corría el año 1954 cuando el multimillonario griego Aristóteles Onassis decidió transformar una antigua corbeta de la Marina canadiense en su yate privado de lujo. Le puso el nombre de su hija, Cristina, y, con el noble empeño de “hacer el amor y no la guerra” convirtió esta embarcación, que se consideró el primer gran yate privado de los tiempos modernos, en el escenario perfecto para sus aventuras galantes. Aunque también fue un símbolo de su vida y poder. Fue allí donde sucumbieron a sus encantos las más fabulosas mujeres del momento, como María Callas, Marilyn Monroe, Eva Perón o Jacqueline Kennedy, y por su cubierta pasearon personalidades de la talla del rey Faruk de Egipto, Winston Churchill, Greta Garbo, Liz Taylor o John Fitzgerald Kennedy y, en definitiva, toda el jet set mundial de los años 50 y 60.
Tres años después del fallecimiento del naviero, acaecido en 1975, la embarcación fue cedida al gobierno griego por su hija. Hoy en día se la puede alquilar.
SUS HIJOS
Alexander Onassis
(1949-1973)
Único hijo varón y por tanto delfín del magnate.
Alexander Onassis, otro promisorio heredero, murió en un accidente de aviación a los 23 años, su muerte sumió en el dolor a su familia, en especial a su padre, Aristóteles Onassis, dueño de un imperio naviero en Europa y de una interminable lista de propiedades alrededor del mundo, destaca entre sus propiedades la isla Skorpios, comprada para sepultar el cuerpo de su amado hijo. Nunca se recuperó de ese duro golpe.
Cristina Onassis
(1950-1988)
Nacida en Nueva York, tras la muerte de su hermano se convirtió en la única heredera de un imperio. No era una niña muy agraciada, por lo que a la edad de 17 años se sometió a una operación de cirugía estética para reducirse la nariz y eliminar las ojeras. Se ganó el apodo de “infeliz niña rica”, a causa de sus fuertes depresiones bipolares y muchos desencantos sentimentales. Sin ninguna preparación para los negocios, su padre debió instruirla en los últimos dos años de vida. Logrando destacarse, pese a todo, como una buena empresaria. No obstante no pudo desenvolverse bien en el aspecto afectivo, tuvo encontronazos con su madrastra, Jackie Kennedy, por la herencia de su padre y se casó 4 veces con hombres que la querían solo por su dinero.
Cristina había heredado mil millones de dólares, 40 barcos petroleros, 12 cargueros, oficinas en Londres y Atenas, una residencia en París y el edificio de 50 pisos en la Quinta Avenida de Nueva York, más 1.900 carpetas con documentos de otras propiedades. Sin embargo, todas sus riquezas no pudieron darle el único bien que la hubiera salvado: la felicidad.
Se casó con Thierry Roussel, quien fue su cuarto marido, con el que tuvo descendencia, su hija Athina Roussel. Este matrimonio terminó en divorcio luego de que Cistina descubriera que Thierry le era infiel con una modelo sueca, Marianne “Gaby” Landhage, aunque la relación continuó después de que el matrimonio estuviese legalmente disuelto.
Cristina perdió a su familia más cercana en un período de 24 meses; la salud de su padre empezó a deteriorarse a raíz de la muerte de Alexander y su madre se suicidó, algo que Cristina intentó hacer en varias ocasiones.
Murió a la edad de 37 años, 19 de noviembre de 1988, en una casa de un barrio privado perteneciente a amigos personales en la provincia de Buenos Aires, Argentina, a causa de un edema agudo de pulmón, mientras se bañaba, aunque los motivos del fallecimiento siguen sin estar del todo claros.
SUS ESPOSAS Y CUÑADA
Athina Livanos (1929-1974)
Athina fue esposa de Onassis. Le dio dos hijos, Cristina y Alexander, que luego tuvieron un recorrido trágico. Su padre Stavros Livanos no quería que desposara con Onassis, es más, pensaba que era preferible que casara se con su hermana Eugenia. Las hermanas Livanos eran el centro de atención de las fortunas mundiales de la época, la riqueza de su padre reposaba en sus barcos de guerra. Athina se divorció en 1960 de Onassis cuando descubrió la relación entre su marido y María Callas. Posteriormente se casó con el viudo de su hermana Eugenia, el millonario Stravros Niarchos, pero a la edad de 45 años murió supuestamente por ingerir una mezcla de pastillas y alcohol. Su hija Cristina tenía 10 años.
Eugenia Livanos (1927-1970)
Hermana de Athina y cuñada de Aristóteles Onassis se casó con el rico heredero Stavros Niarchos. El nieto de ambos estuvo durante un tiempo comprometido con Paris Hilton.
Eugenia Livanos amaneció muerta el 4 de mayo de 1970 llena de moretones en su habitación. Se dijo que fue por sobredosis de barbitúricos. Tenía 44 años y el día anterior había discutido con su marido Stavros Livanos porque la había sorprendido besándose con su hermana, Athina, con la que se casaría un año más tarde.
María Callas. (1923-1977)
Seguramente la soprano más famosa de la historia. Su vida privada y su relación con Aristóteles Onassis hicieron que ocupara portadas de la prensa rosa cuando su carrera estaba prácticamente terminada. En realidad, después de iniciar su relación con Onassis entró en declive.Se separarón a fines de los 60. A partir de allí, comenzo a recluirse y falleció de un infarto en 1977. Murió a los 53 años pero según investigaciones recientes no se suicidó con una sobredosis de barbitúricos a causa de sus penas de amor, como tantas veces se ha especulado La culpa de todo ello la tuvo una posible Dermatomiositis, que paulatinamente la fue debilitando y la mató
Jackeline Bouvier (1929-1994)
Perteneciente a la alta sociedad americana y reina del jet set tuvo el infortunio de casarse con dos personas cuyas familias estaban malditas. El primero fue John Fitzgerald Kennedy (1917-1963), el primer presidente católico norteamericano, y el último asesinado. Posteriormente llevó una vida fastuosa al lado de su segundo marido, Aristóteles Onassis, pese al reproche de la familia de este. Enviudó de él en 1975 y heredó parte de su fortuna. Falleció relativamente joven a causa del cáncer. Hay que anotar que John Fitzgerald Jr. Kennedy (1960-1999), hijo de su primer matrimonio, falleció al igual que el hijo mayor de Onassis, junto a su mujer Carolyn Basset (1966-1999) y su cuñada Lauren (1965-1999) en un accidente aéreo.
Exrival de Athina Onassis
Cibele Dorsa
(1974-2011)
Cibele Dorsa era una famosa modelo que hizo desplantes a su marido Doda Miranda, actual esposo de Cristina Onassis, posando en varias portadas como Playboy.
No obstante sufriría a partir de allí varias desgracias. En 2008 tuvo un accidente en el que murió su amigo, el conductor del auto.
Para consolarse se comprometió con Gilberto Scarpa (1983-2011), conductor del programa E! Brasil. El matrimonio que iba a celebrarse a mediados de 2011 sería uno de los eventos publicitarios y sociales del año. Pero el muchacho se suicidó tirándose del séptimo piso de su apartamento en enero y dos meses después la propia Cibele haría exactamente lo mismo.
Athina Roussell Onassis
¿La heredera de una maldición?
Nacida en Francia, en 1985, es la hija de Cristina Onassis y Thierry Roussell. Su padre era un playboy que tras el divorcio con la madre de Athina volvió con su antiguo amor, Gaby Landhage, con quien tenía un hijo de la edad de Athina.
Tras la muerte de Cristina su padre luchó contra la Fundación Onassis por los bienes de su hija. Athina vivió una infancia relativamente normal. Luego se enemista con su padre por la herencia de su madre y encuentra consuelo gracias al brasileño Álvaro “Doda” de Miranda Neto, sujeto de la alta clase paulista. A los 20 años se casó con él.
También a esa edad tomó posesión de los 800 millones que le legó su madre y lucha en tribunales por el control de los mil millones de dólares del magnate griego.
Solo una de sus hermanastras estuvo presente. Y aunque actualmente lleva una vida bastante normal desde entonces y desea librarse del dinero heredado la maldición no culmina aquí.
Su esposo Doda Miranda, quien es 12 años mayor que la heredera, al tiempo de conocerla estaba casado con la famosa modelo Cibele Dorsa de quien tenía una hija. Sería a esta a quien se trasladaría la maldición.