La jueza Valeria Salas, de la ciudad de Santa Cruz (este), ordenó el sábado recluir al teniente Wálter Patzi Rojas y al cabo Rogelio Alcócer Rodríguez por incumplimiento de deberes, favorecimiento de evasión y cohecho pasivo, al haber recibido el pollo como supuesto soborno del brasileño Marco André Magalhaes.
El abogado Otto Ritter, del bufete que defiende al brasileño, indicó que los policías están hoy en celdas de la Fiscalía y mañana serán recluidos en el penal de Santa Cruz, al igual que el empleado de su bufete Eddy Ticona, que acompañaba el jueves a los policías que llevaban a Magalhaes a una audiencia judicial.
Ritter dijo que la Policía es la única culpable de la fuga del brasileño, que al parecer tuvo la ayuda de cómplices armados, al no haber puesto en marcha un plan de mayor seguridad.
Magalhaes, considerado peligroso, era llevado desde Cochabamba (centro) para asistir a una audiencia y en el aeropuerto de Santa Cruz lo esperaban los dos agentes, que usaron un taxi para el traslado al juzgado, cuando en otras ocasiones los detenidos son conducidos con más seguridad, según el letrado.
Agregó que su empleado Ticona, de 23 años, no tiene nada que ver con la evasión e incluso ayudó a la Policía a buscar al prófugo, pero también fue acusado de apoyar la fuga.
La jueza ordenó además la detención domiciliaria de la esposa de Magalhaes, que estuvo el jueves durante la fuga, pero no la encarceló porque está embarazada.
El abogado confirmó que Magalahes aún no ha sido detenido, al contrario de lo informado el sábado por algunos medios de prensa bolivianos.
Las autoridades anunciaron "sanciones ejemplares" para los cómplices porque afectó la imagen de la Policía, ya muy deteriorada porque varios mandos han sido acusados en los últimos tiempos de delitos graves, entre ellos un exjefe antidrogas del presidente Evo Morales, general René Sanabria, convicto y confeso de narcotráfico en Estados Unidos.
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