La compañía exportará el concentrado de mineral, que en un 85 % será de cobre y el resto de oro y plata, porque no existe capacidad en el país para fundirlo, según Xavier Arias, su vicepresidente financiero.
El cobre contenido en ese concentrado sumará 180 millones de libras al año, de acuerdo con sus estimativas.
Ecuacorriente firmó el contrato de la concesión con el Gobierno el pasado lunes, lo que abrió la puerta a la primera explotación minera a gran escala en la historia de Ecuador.
Organizaciones de oposición, especialmente indígenas, iniciarán mañana en El Panqui, la localidad al sur del país donde está ubicada la mina, una marcha de protesta contra esos planes, la cual llegará a Quito el 22 de marzo.
Salvador Quishpe, del partido opositor indigenista Pachakutik y prefecto de la provincia amazónica de Zamora Chinchipe, dijo hoy a Efe que el proyecto contaminará las aguas y la naturaleza de la zona.
Por su parte, Li Dongqing, presidente de Ecuacorriente, admitió en la rueda de prensa en Quito que "siempre un proyecto minero va a dar un impacto ambiental", pero enfatizó que la compañía dispone de tecnología y estándares para "minimizar" el daño.
La empresa recibió en febrero el permiso para la explotación del Ministerio de Ambiente de Ecuador, tras gestionarlo durante "varios meses", según Raúl Brito, subgerente ambiental.
Para operar necesita de otras autorizaciones, la mayoría de las cuales ya las tiene, según Mauricio Núñez, vicepresidente legal y jefe negociador de la firma, quien no dio más detalles al respecto.
La semana pasada, el ministro de Recursos Naturales No Renovables, Wilson Pástor, dijo que también era necesario el visto bueno de la Secretaría del Agua y del Ministerio de Coordinación de Patrimonio.
Núñez recalcó hoy que el área de la explotación está fuera "del bosque protector", una zona protegida en la frontera con Perú.
Li explicó que el proyecto cuenta con reservas de 500 millones de toneladas de cobre, pero que el fondo del yacimiento "requiere más estudio", por lo que los recursos estimados "no son los recursos totales".
Ecuacorriente es propiedad de China Railway Construction Corporation, la cuarta mayor constructora del mundo, y de Tongling Nonferrous Metals Group Holding, la sexta mayor productora de cobre del planeta.
EFE
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