El sudor corre por el rostro de Jefferson Montero. El primer tiempo de este partido ha terminado con goles para el alma en el albergue del barrio Santa Fe, en Manta, hasta donde llegó el mundialista con la ‘Tri’, para alegrar la vida de los damnificados por el terremoto. La entrega de regalos es historia, y ahora, en el canchón de cemento, se viene el encuentro de fútbol.
Son unos 30 niños que esperan sentados mientras Montero comienza a repartir las camisetas oficiales del Swansea City. Nombres como Wrexham, Routledge, Fulton, Grimes, Bartley, Shephard y más se lucen en las espaldas de los ‘pelados’. Ellos están atentos.
Todos visten la camiseta blanca y es como si el camerino del equipo galés se hubiese trasladado hasta Manta.
Se viene la buena pelota. Los chiquitines se emocionan, pero antes de seguir se enfrentan en un duelo de cascaritas. La sorpresa la da Pamela Chávez, quien demuestra su destreza con el balón haciendo más pirueta con la pelota que todos. Ella sueña con ser jugadora de la tricolor femenina y por ahora es una crack.
“Soy fan de él (Montero), lo malo es que no tengo un teléfono para hacerme la foto”, confiesa, pero “tranquila, que nosotros te haremos la gráfica”, le dice el reportero de EXTRA.
Montero domina el esférico y enseguida es rodeado por muchos chicos. Llega el pedido de autógrafos y Sonia de Montero, esposa del futbolista, saca un marcador para plasmar la firma de ‘Jeff’.
Con este ambiente de algarabía se desarrolla el ‘segundo tiempo’ del partido solidario de la ‘Turbina’.
Todos hablan con el seleccionado ecuatoriano, pero en medio de la conversación y las risas se escucha un comentario que, como si fuera un remate directo al corazón de Montero, lo hace temblar. “Gracias por venir amigo, usted desde tan lejos (Reino Unido) se acordó de nosotros, aquí estamos, perdí a una hijita que me hubiera gustado que la conociera”. Los ojos de ‘Jeff’ se humedecieron, pero se tragó las lágrimas.
Luego del ‘partido’, el futbolista habló con EXTRA.
En un momento te vimos que ‘driblaste’ las lágrimasTraté de ser lo más fuerte posible, quería conversar con ellos, pero cuando la señora me dijo que había perdido a su niña en el terremoto me aguanté las ganas de llorar, porque todos me miraban con alegría.
¿Los pies sobre la tierra?Ver la realidad es diferente, me voy con la imagen de las personas que viven en las carpas, ellos lo perdieron todo, lo sucedido en Manta es impactante, a veces nos quejamos por tonterías.
¿Cómo así te animaste a venir a Manta?
Sé lo que es no tener nada, lo viví de pequeño, por eso quería estar con ellos un rato, hubo la oportunidad de venir y no importó el cansancio ni nada. Quería saludarlos y darles ánimo, pero la realidad es más dura de lo que se ve en televisión.
Muchos te veían y no creían que estabas presenteFue una sorpresa, más para mí que para ellos. A los afectado les dije que también he pasado por muchas necesidades y por eso los entiendo. Se pudo ayudar con algo y la idea era que por un momento se olvidaran de lo sucedido. Me fijé en los pequeños, ellos son los que sufren más.
Esta clase de partidos son para el almaEstas lamentables situaciones uno las guarda para siempre, mucha gente piensa que solo somos jugadores, pero fuera del campo de juego, sentimos lo mismo que el resto.
¿Nunca antes habías traído tantas camisetas de tu equipo?Gracias a Dios pude traer maletas solo de ropa del Swansea, hay gente de buen corazón en todas partes. Susan, quien se desempeña en la parte logística del equipo, me ayudó, le mostré fotos que me enviaste y ella siempre estuvo lista para apoyarme, además hizo un vídeo donde evidenciaba la alegría de lo que estaba haciendo.
¿Qué decía Susan, del Swansea, cuando guardaba la ropa para Ecuador?Me dijo que lo hacía por los niños y por mí. Ella sabe que me encariño mucho con los chicos, ha sido algo fabuloso, nunca había viajado con tantas camisetas, hasta pensé que me iban a decir en la aduana que las traía para negocio (risas), pero gracias a Dios logramos llegar y entregárselas a los nuevos hinchas del Swansea que están en Manta.
Susan siempre me dice que no pierda la humildad.
Llegaste con maletas de ropa Adidas del Swansea y bonos de comida, ¿pero qué te llevas de Manta?Un aprendizaje de ver como la gente lucha día a día, pero con una esperanza de vida, con ganas de salir adelante, todo eso me llevo, así como la dulce sonrisa de los pequeños, sin olvidar la cátedra de fútbol que me dieron los niños. Tampoco paso por alto a aquella pequeña que hacía cascaritas como toda una profesional, ni aquel bebé que no le quedaba la camiseta, pero que no se la quería sacar. Me llevo la alegría de todos ellos, lo sucedido me hace poner los pies sobre la tierra y ser más humano.
La Copa América ya comienza...Para eso estamos aquí, ahora a prepararnos con unos entrenamientos antes del viaje, tenemos un reto muy importante, a la hinchada la noto emocionada y hay que trabajar duro para este torneo.
¿Vuelves al Swansea la próxima temporada?Tengo contrato con mi equipo dos temporadas más, pero ahora pienso solo en lo que vamos a hacer con la ‘Tri’, me gustaría ganar un título con mi selección.