Los hermanos Andrés y Héctor Garzón son íconos del teatro ecuatoriano. La actuación corre por sus venas. Desde pequeños se dejaron influenciar por las radionovelas.
Hoy en día, cada uno ha logrado nuevos retos profesionales. El próximo año ambos cumplirán tres décadas de trayectoria. Dividen su tiempo entre libretos, producciones de novelas, películas y obras teatrales. De todo su bagaje actoral, recuerdan el proyecto que los inició en la televisión: “Mis adorables entenados”, serie que llegó a los hogares ecuatorianos a finales de los 80.
Gracias a esta comedia ambos se ganaron el cariño del público, que los sigue hasta hoy.
Andrés Garzón: “La televisión se está renovando”¿Cuándo nació su vocación por el teatro?Empecé con teatro vocacional en iglesias y clubes barriales. Siempre tuve el bichito de la actuación. Mi mamá compraba discos con las radionovelas o musicales y nosotros hacíamos el playback e interpretábamos lo que escuchábamos. Esa fue mi influencia.
¿Piensa que los artistas se mueren de hambre?Hace 30 años pude haber pensado que no tenían futuro, pero ahora hasta los padres llevan a los pequeños a escuelas de arte. Hay toda una renovación en la televisión, una tendencia de ‘academialización’ del medio que nos permite decir que estamos bien.
¿Qué tan importante fue para usted el personaje de Pablo (de “Mis adorables entenados”)?Cuando me lo plantearon puse como referente a mi padre, un hombre trabajador y callado que venía del interior, que debía dejar sus sueños por sacar adelante a su familia. Mi padre era de Milagro; Pablo de Quevedo. Otro importante fue el licenciado Soto, en “Los secretos de Toño Palomino” que era el tipo malo, arribista, quien choleaba al cholo y él era el peor cholo (risas).
¿Adopta algo de sus personajes?Uno es como una esponjita que va absorbiendo la experiencia de otros y eso se ve plasmado en el personaje, pero estos siempre tienen algo de nosotros mismos. A veces piensan que soy amargado porque ven a mi hermano más vivaracho, pero digamos que yo necesito un tiempo de confianza para estrechar vínculos.
Ahora es director de Puro Teatro. ¿Cuál es la diferencia con ser actor?Ser actor es más cómodo. Te dan el libreto y trabajas tu personaje, pero ser director implica manejar el criterio de todos, el concepto de la obra, estar pendiente de la iluminación, la escenografía, de todo. Es un reto que asumí hace dos años y tengo un grupo muy creativo. Pero siempre busco actuar.
Lo que más le gusta de actuar...Interpretar personajes es divertido. El actor sabe la línea del texto pero el personaje nunca, es una dualidad increíble que va creando sentimientos. Y esta magia es la que se transmite al público.
Lo que no sabías... Su comida favorita es el tallarín verde y las pastas.
Le gusta trotar o caminar.
Su libro favorito, “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez.
Estudió Sistemas por dos semestres en la Universidad Politécnica del Litoral (Espol).
Sabe diseño gráfico y animación en 3D.
Ha actuado en cortometrajes de universidades.
Héctor Garzón: “Me gusta el teatro, veo teatro y leo sobre teatro”¿Qué siente cuando actúa?Siento que estoy dando parte de lo que soy al público, que me enfrento a este reto sea en televisión, cine o teatro.
¿Cómo se dio su paso a la televisión?Logramos entrar gracias a que el señor Xavier Alvarado vio “Los entenados” en teatro y le gustó. En los 90, el canal aceptó el seriado y los cholos llegamos a la televisión (risas). Compartí con muchos artistas que hasta hoy siguen vigentes, estuvimos en Telesistema y lo último que hicimos fue “Rosendo presidente”. Fueron muchos años en la memoria de la gente. Aún nos preguntan si volveremos a reunirnos (sonríe).
¿Es difícil aprenderse los libretos?Hay una memoria a corto plazo. Aprendo lo que tengo que decir y luego me olvido. De esta manera me aseguro no mantener información innecesaria.
¿Con qué personaje se identifica?Con Rosendo de “Los Entenados” porque era estudioso, muy lector, pero también con el de Pata Pata en la serie “Súbete mi taxi”, porque era sonriente y vivaracho.
Trabajó en Aida, la serie cómica de Teleamazonas. ¿Cómo le fue?Fue un proyecto superinteresante porque no había trabajado en una franquicia. Allí el libreto está escrito de una forma y debes respetarlo. Yo era Mauricio, el dueño de la tienda al que le gustaba molestar pero que no lo molesten. Fui mi primera vez como villano y me gustó mucho.
¿Continúa con Escaramuza?Tengo seis años a nivel profesional con mi propio grupo de teatro, Escaramuza. Soy el director. Trabajamos 12 personas y nació como un proyecto que realicé con una ONG para trabajar con muchachos de barrios periféricos de la ciudad. Luego terminó y la UPT me dio la oportunidad de hacer un taller. De ahí salieron los chicos que ahorra están conmigo y comenzó el camino.
¿Nuevos proyectos?Estoy tratando de montar “El hombre elefante”, una película que se presentó como espectáculo de cine. También estamos con el asunto de la Asociación de Actores que el año pasado logró ser una institución de deberes y responsabilidades legales. Este año haremos la votación para la nueva directiva.
Lo que no sabías... Su comida favorita es el caldo de bolas y el viche de pescado.
Le disgusta la ingratitud.
Le encanta el fútbol y la natación.
Su obra de teatro favorita es “Maestra vida”, la cual realizó en el 87.
Realizó un personaje secundario en la película “El peleador” que se grabó en 2008, entre Ecuador y EE.UU.