Algunas personas sabrán que a Quito se lo celebra por estas fechas ya que su fundación fue el 6 de diciembre de 1534, pero muy pocos conocen que realmente tuvo dos fundaciones anteriores a esa fecha.
“La ciudad de Quito se fundó junto a Riobamba, el 15 de agosto de 1534”, detalla Enrique Ayala Mora, historiador y rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, mientras que el 28 de agosto de ese mismo año se fundó la ciudad Santiago de Quito, en Ambato, “pero nunca se fundó donde estamos actualmente”, explica Ayala Mora.
Según él, lo que realmente se instauró en la capital fue el primer Cabildo, siendo esta institución la representante legal de la ciudad, en lo que en aquella época se llamó la villa de Quito.
“Lo que se conmemora el 6 de diciembre de 1534 es la celebración del primer Concejo Municipal de la capital”, asegura el historiador.
El objetivo de ir creando estas ciudades, antecesoras a la capital, se daba para ganar derechos sobre los territorios conquistados.
“Hay un camino de conquista española, que fue ascendiendo desde los Andes, conocido como el caminar de los conquistadores”, cuenta, por su parte, el historiador Juan Paz y Miño. Por ello, conforme los europeos remontaban los Andes ellos iban nombrando las zonas que sometían.
Esto inicia, según la historia, con Pedro de Alvarado y su conquista en la parte norte del continente, específicamente en la actual Guatemala.
Sebastián de Benalcázar, en cambio, lo hizo desde el sur, en Perú. La carrera la ganó este último y se asentó en lo que es ahora la “Carita de Dios”.
Cuando se llega a la actual ciudad, en diciembre, Benalcázar registró a los 204 vecinos españoles. “El lugar exacto donde se instaló la ciudad es bastante complicado”, explica Paz y Miño.
Prácticamente ya habían pobladores, porque la presencia incaica era evidente en la actual Quito, conocida por los aborígenes de la cultura Kitu-Cara como Kitu.
“Antes de la llegada de los españoles hubo una serie de asentamientos culturales”, explica Paz y Miño acerca de los originales pobladores capitalinos. El conocedor señala que los incas se impusieron a los primeros habitantes de la zona, conocida como el Reino de Quito, de acuerdo al padre Juan de Velasco.
El incario estableció ahí su segunda capital, de lo que se conoció como el imperio del Tahuantinsuyo, que significa “las cuatro regiones”. Atahualpa dominó desde Quito y su hermano desde el Cuzco (Perú), hasta que los españoles llegaron y mataron al último emperador incásico.
La historia señala que Rumiñahui, un general de los incas, quemó las casas que formaban la comunidad de ese entonces. Sobre esas cenizas se crearía la villa de Quito, que después tuvo el título de ciudad.
El Quito indígena estaba ubicado donde actualmente es el Municipio, y ahí se instaló el primer Cabildo.
Después de esto se hizo la primera distribución del plano de la ciudad, proyección que se extendió hasta lo que se conoce como las Cuatro Esquinas, donde se asentaron las comunidades religiosas.
También se construyó la Catedral, en la actual Plaza de la Independencia, y a un costado se ubicaron las construcciones de lo que fue la Gobernación.
Para los franciscanos, religiosos católicos, se les destinó una parte de lo que actualmente es la iglesia de San Francisco.
Hay dos conjeturas sobre la ubicación exacta donde se fundó la ciudad. La primera supone que se asentó en lo que ahora es la Plaza Benalcázar (calle Mejía y Benalcázar). La segunda indica que se levantó en lo que ahora es la Plaza Grande, conocida como de la Independencia, luego del trazado inicial de la ciudad.