Carlos Anchundia, GuayaquilLuis Argudo llegó ayer a las 6 de la mañana al local de Shoes Alvarito, en las calles Eloy Alfaro y Abdón Calderón (Bahía), pero se amargó cuando vio una columna de gente que ocupaba toda la cuadra.No se desanimó, esperó hasta las 08:30 cuando Álvaro Tapia abrió las puertas de su local de zapatos y empezó la venta.En una hora ya no había boletos. “Vengo del sur para nada, mucha gente se metió adelante y ya no alcancé, yo siempre sigo a Emelec a todas partes del país y no es justo que no pueda ir el domingo al estadio”, se lamentó Argudo.Otros hinchas azules también se quejaron porque ya no había boletos en las ventanillas del estadio Capwell, tampoco en el stand de Emelec en Mall del Sol y en las estaciones de servicios de una gasolinera.“Los revendedores los tienen todos (los boletos)”, gritaban y la policía se mantenía con los ojos bien abiertos, por si las “moscas” alguien se pasaba de la raya.CON 1.500 BOLETOSAnte la queja de ciertas personas que indicaban que en los locales de Shoes Alvarito se estaba obligando a comprar prendas que sobrepasen los 30 dólares para venderle boletos, su propietario Álvaro Tapia lo desmintió.“Soy emelecista de corazón y no le haría eso a los hinchas que desean comprar una entrada para ir al estadio, aquí no se está obligando a comprar prendas”, señaló el empresario.Explicó que había realizado una promoción para quienes realizaban compras superiores a 30 dólares, tenían opción a adquirir dos boletos con un descuento del 25 por ciento. “Es decir que por cada boleto yo perdía 3 o 4 dólares, pero eso lo hago porque me gusta apoyar al equipo”.Tapia indicó que los que hacían la cola podían comprar un boleto por persona. “La idea era que todos tengan entradas, pero solo me dieron 1.500 entradas, por eso se terminaron enseguida. Los revendedores me pedían que les venda, pero a mí no me interesan los revendedores, yo apoyo al hincha que va al estadio a gritar por mi equipo”, dijo Tapia, mientras mostraba su anillo y una cadena con los escudos del “Bombillo”.El aficionado pidió disculpas a los hinchas por el malentendido, argumentando que siempre está dispuesto a darle la mano a los emelecistas de corazón.Lo cierto es que ya no hay boletos y los aficionados que se quedaron con las manos vacías tendrán que rogar para que se abra la señal en Guayaquil y ver por televisión a su amado “Bombillo”, que este domingo recibirá la copa de campeón y dará la vuelta olímpica en el Capwell, después del juego con Deportivo Quevedo, programado para las 15:00.
Carlos Anchundia, GuayaquilLuis Argudo llegó ayer a las 6 de la mañana al local de Shoes Alvarito, en las calles Eloy Alfaro y Abdón Calderón (Bahía), pero se amargó cuando vio una columna de gente que ocupaba toda la cuadra.No se desanimó, esperó hasta las 08:30 cuando Álvaro Tapia abrió las puertas de su local de zapatos y empezó la venta.En una hora ya no había boletos. “Vengo del sur para nada, mucha gente se metió adelante y ya no alcancé, yo siempre sigo a Emelec a todas partes del país y no es justo que no pueda ir el domingo al estadio”, se lamentó Argudo.Otros hinchas azules también se quejaron porque ya no había boletos en las ventanillas del estadio Capwell, tampoco en el stand de Emelec en Mall del Sol y en las estaciones de servicios de una gasolinera.“Los revendedores los tienen todos (los boletos)”, gritaban y la policía se mantenía con los ojos bien abiertos, por si las “moscas” alguien se pasaba de la raya.CON 1.500 BOLETOSAnte la queja de ciertas personas que indicaban que en los locales de Shoes Alvarito se estaba obligando a comprar prendas que sobrepasen los 30 dólares para venderle boletos, su propietario Álvaro Tapia lo desmintió.“Soy emelecista de corazón y no le haría eso a los hinchas que desean comprar una entrada para ir al estadio, aquí no se está obligando a comprar prendas”, señaló el empresario.Explicó que había realizado una promoción para quienes realizaban compras superiores a 30 dólares, tenían opción a adquirir dos boletos con un descuento del 25 por ciento. “Es decir que por cada boleto yo perdía 3 o 4 dólares, pero eso lo hago porque me gusta apoyar al equipo”.Tapia indicó que los que hacían la cola podían comprar un boleto por persona. “La idea era que todos tengan entradas, pero solo me dieron 1.500 entradas, por eso se terminaron enseguida. Los revendedores me pedían que les venda, pero a mí no me interesan los revendedores, yo apoyo al hincha que va al estadio a gritar por mi equipo”, dijo Tapia, mientras mostraba su anillo y una cadena con los escudos del “Bombillo”.El aficionado pidió disculpas a los hinchas por el malentendido, argumentando que siempre está dispuesto a darle la mano a los emelecistas de corazón.Lo cierto es que ya no hay boletos y los aficionados que se quedaron con las manos vacías tendrán que rogar para que se abra la señal en Guayaquil y ver por televisión a su amado “Bombillo”, que este domingo recibirá la copa de campeón y dará la vuelta olímpica en el Capwell, después del juego con Deportivo Quevedo, programado para las 15:00.