La selección chilena ganó ayer la Copa América por primera vez en su historia, al derrotar por 4-1 en penaltis a Argentina, tras 120 minutos de un partido tenso y dinámico, pero sin el juego que todos esperaban.
En los tiros, desde los doce pasos, el arquero del Fútbol Club Barcelona, Claudio Bravo, atajó el disparo de Ever Banega;y Alexis Sánchez definió la serie con un toque de calidad.
Chile comenzó dominando el balón con pases cortos en el medio campo, pero cada vez que la “albiceleste” lo recuperaba, llevaba rápidamente peligro hasta el arco de Claudio Bravo con combinaciones entre Lionel Messi y Sergio Agüero, aunque sin suerte en el toque final.
Las apariciones del astro del Barcelona generaban angustia entre los 50.000 hinchas chilenos que llenaron el estadio Nacional.
LA PRESIÓN DE CHILEEn los primeros minutos de la segunda parte, la “roja” mantuvo la presión, pero no logró estar fino en el último cuarto de cancha. El partido fue ganando emotividad, mientras los aficionados chilenos intentaban empujar al equipo, pero en la cancha ninguno lograba imponerse con claridad.
Los locales insistían con largos pases cruzados, que encontraban libre por derecha al lateral Mauricio Isla y a Sánchez, pero sus centros no encontraban un compañero disponible para rematar.
A 10 minutos del final del tiempo regular, un pase filtrado de Charles Aránguiz encontró solo a Sánchez, quien conectó de primera y su tiro pasó cerca del palo derecho de Romero. Fue la mejor oportunidad que tuvieron los “araucanos” para abrir el marcador.
A los 85 minutos, Argentina casi deja sin respiración a los locales, cuando Lavezzi recibió un largo pase de Messi y definió ante la salida de Bravo, pero la jugada fue invalidada por fuera de juego. En el descuento, un contraataque liderado por la “Pulga” terminó con Higuaín rematando fuera desde un ángulo muy cerrado.
La angustia se extendió en el tiempo suplementario con idas y vueltas hasta las áreas, pero sin lucidez de los delanteros que mostraban cansancio.
El segundo tiempo suplementario fue puro nervio y ganas de las dos partes, pero nada de juego asociado.
El título se definió desde el punto fatídico y ahí Chile fue efectivo al convertir 4 penaltis; mientras que Argentina hizo tan solo uno, concretado por Messi.