La vida es de los audaces y de quienes tienen ganas, y si le sumamos a esto una jugada inteligente, usted entrará en la historia como un grande.
José Luis Quiñónez en este momento estaría lamentándose de no haber viajado a Asunción del Paraguay porque tiene prohibido salir del país y su caso está reportado en Migración de la Policía Nacional del Ecuador.
Pero el jugador se arriesgó y contra todo pronóstico acompañó a su equipo a Paraguay. Un problema personal hizo que Quiñónez no pueda viajar, por lo que el jugador se trasladó de Guayaquil hasta Huaquillas, El Oro, y tras un viaje de tres horas por tierra llegó a Perú.
Ya en tierra peruana, el jugador viajó hasta Lima y luego a Asunción, donde llegó más feliz que empleado en quincena.
Se unió a sus compañeros y la vida continuaba. A la hora del partido, quienes le pusieron la orden de no salir del país no sabían cómo el jugador había viajado hasta Paraguay.
La presencia de José Luis en el encuentro quedó grabada para la historia, su agónica anotación le daba a Emelec la tercera del triunfo y el estar entre los 16 mejores equipos de América. Si hubieran sabido que el jugador tenía ese impedimento, hasta los dirigentes del Flamengo habrían pagado para poner guardias en Huaquillas.
Quiñónez pasó del susto de no poder viajar a ser el jugador más buscado por sus compañeros para darle el abrazo inmenso que los llevó a la gloria deportiva.
El defensa de Emelec jamás olvidará aquel viaje que lo llevó a Asunción. Se fue en silencio para no alborotar el avispero que dejaba en Guayaquil, pero su arribó fue en grande.
José Luis Quiñónez, en el último minuto del encuentro, se constituyó en el jugador “más buscado” para la celebración.
Ahora sí le tocará arreglar su situación legal para viajar sin problemas para el próximo encuentro.