Todo estaba tranquilo la mañana de ayer para los moradores de la cooperativa Virgen de Monserrate, del Guasmo central, en el sur de Guayaquil, hasta que una “lluvia” de bala” interrumpió el desayuno de los lugareños.
Eran las 06:45 cuando Víctor Stalin Guevara Granoble, de 31 años, salió de su vivienda para sacar la camioneta de su hermano: una Chevrolet Luv D-Max, color negro, doble cabina, de placa GRX-9137, en la que trabaja desde hace dos años para una compañía telefónica.
Al salir del garaje se parqueó a un lado de la casa para calentar el motor del vehículo. De pronto dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta Suzuki roja, modelo AX100, se acercaron al carro.
“Uno de los tipos se bajó y caminó por la parte trasera de la camioneta hasta llegar a la puerta del conductor, mientras que su compinche se quedó del otro lado del vehículo”, relató Giovanni, hermano de Guevara Granole.
Luego, según testigos, el individuo que caminó hacia Víctor Stalin lo apuntó y le descargó cinco disparos, acto seguido corrió hacia la moto y antes de subir el otro sujeto también le disparó.
Los criminales escaparon en dirección a la avenida Domingo Comín. “Justo en la intersección por la que huyeron hay una cámara del sistema ojos de águila, pediremos que nos den el vídeo para que la Policía los identifique y detenga”, agregó el pariente.
Lo llevaron en la misma camioneta
Tras la balacera, los moradores pensaron que Víctor Guevara estaba muerto y se acercaron al vehículo para observar su cuerpo. Uno de ellos se percató que aún estaba con vida y alertó a sus familiares.
Los hermanos y la esposa de la víctima llamaron a un vecino para que los ayude a trasladar a Guevara a una casa de salud, pero debido a la gran cantidad de curiosos que había en el lugar no pudo sacar su vehículo del parqueadero.
El acribillado estaba en brazos de sus amigos, quienes lo sacaron de la camioneta. “Él perdía mucha sangre y no sabíamos qué hacer”, recordó un testigo.
Pasaron cinco minutos y un morador logró encender el vehículo. “En el mismo carro lo llevamos al hospital Naval. Luego lo pasaron al del Seguro, donde, al parecer, se halla estable”, mencionó Giovanni Guevara.
La camioneta tenía seis perforaciones ocasionadas por los disparos, tres de estos impactaron a la víctima: en el mentón, codo izquierdo y en la parte derecha de la espalda. Este último tiro no penetró totalmente en su piel.
Lo “cazaban”
En la esquina cercana a la vivienda del baleado hay una tienda que abre a tempranas horas todos los días.
Uno de los habitantes que se acercó a comprar pan cerca de las 06:00 contó que “habían dos muchachos sentados en la vereda, junto a una moto roja. Observaban hacia la casa del vecino (Víctor Stalin) y las puertas del garaje. Parecía que lo esperaban”.
Otro testigo agregó que “efectivamente andaban detrás de él, pues apenas vieron que (la víctima) sacó la camioneta se embarcaron en la moto y lo fueron a matar, pero gracias a Dios no murió. Aún no le tocaba”.
Tienen sospechas
Los familiares de Guevara relataron que él tenía un recorrido fijo en su trabajo y hace poco le intentaron robar la camioneta.
“Pasó un mes desde que unas tipas le tomaron fotos al carro en el cerro del Carmen. Cuando mi hermano las vio, corrieron. En cambio hace quince días le intentaron robar la camioneta, pero Stalin (así lo llamaban sus allegados) no tuvo miedo y les tiró el carro encima”, contó un familiar, quien prefirió no revelar su nombre.
Los parientes mencionaron que sospechan que se trate de los mismo sujetos. “Tal vez se querían vengar y por eso lo siguieron”, dijo Giovanni.
Esperan su recuperación Los allegados de Guevara Granoble esperan su recuperación, pues sus pequeñas criaturas lo extrañan y necesitan de él, comentaron sus parientes.
La víctima vivía junto a su esposa y tres vástagos; uno de 8 años y dos niñas, de 5 y 2, respectivamente, en una casa que está sobre el terreno que comparte junto a otro hermano, el propietario de la camioneta.
Los familiares tenían previsto dirigirse a la Fiscalía para denunciar el hecho, aunque los agentes de la Policía Judicial acudieron a reconocer el sector donde ocurrió la tentativa de asesinato, al pie del domicilio de la víctima.