Casi un mes ha transcurrido desde aquel 20 de marzo, cuando sucedió una enorme explosión que dejó tres heridos y comprometió al menos diez viviendas en la ciudadela Ibarra, al sur de la ciudad.
Días después, a inicios de este mes, ocurrió un hecho similar en la urbanización Pueblo Blanco, en Llano Grande, al norte. Ambos sucesos fueron provocados por fugas de gas doméstico al interior de casas.
El capitán José Zapata, jefe de la Zona Norte del Cuerpo de Bomberos, explica que no dar un adecuado uso a los cilindros de Gas Licuado de Petróleo (GLP) significa un gran riesgo.
Cilindro FUERA DE CASA
En muchos hogares se acostumbra tener el cilindro al interior de la cocina, pero esto es un error, según indica el capitán.
El factor común de los percances al sur y norte de la ciudad fue la concentración de gas dentro de las habitaciones teniendo como detonante una simple chispa que desató la explosión.
“Los cilindros deben ser ubicados en la parte exterior de las viviendas. Nunca adentro”, resalta Zapata.
“Ya que en caso de darse una fuga por la válvula el gas no se acumula y es disipado por el aire externo. De lo contrario, como pasó en la ciudadela Ibarra, con solo encender el interruptor de la luz puede generar una catástrofe”.
Incluso, señala, que si la acumulación de gas es grande la propia energía que desprenden las personas cuando se cambian de ropa puede ser el detonante.
Si usted se percata de que las habitaciones están saturadas de gas, abra de inmediato puertas y ventanas para que se ventile. Deje los artefactos eléctricos como se encuentren, sea que estén conectados o no. Si los desconecta esto también generará chispa.
QUE NO SE GOLPEE
Otra de las “malas costumbres” en casa es manipular los tanques como si fueran indestructibles. Al momento de moverlos a muchos no les preocupa si se golpean. Eso es evidente sobre todo cuando los camiones repartidores entregan el producto.
Aunque esto no parezca un inconveniente, Zapata advierte que con cada golpe la vida útil del cilindro disminuye. “Si el tanque ha sufrido constantes golpes, en caso de un incendio no va a tener la misma resistencia que cilindros en condiciones normales”.
NO QUEME LA MANGUERA
A quien no le ha pasado que cuando cambia de regulador la manguera de la cocina no cabe en la boquilla. La solución más frecuente es expandir la manguera con fuego para que calce sin problemas.
Eso no está bien. El experto señala que el fuego puede comprometer a la manguera, además que el plástico quemado emana gases tóxicos. La mejor opción para que se expanda es ponerla en agua caliente por unos minutos y luego colocarla en la boquilla.
Procure cambiar de manguera cada año. No use alambres o cables finos para sujetarla al regulador, lo más apropiado son las abrazaderas. Los alambres, mientras más ajustados se encuentren, cortan el plástico de la manguera.
En este mismo aspecto, algunas personas suelen introducir alambres o “arreglar” los reguladores para que desprendan mayor cantidad de gas.
La verdad es que lo único que se puede conseguir con esto es adulterar el normal funcionamiento del dispositivo que a la larga puede desembocar en una fuga. Aunque quiera que las hornillas generen llamas más grandes, es mejor no hacer nada a los reguladores.
Emergencias El año pasado el Cuerpo de Bomberos registró 555 emergencias relacionadas a fugas de gas de uso doméstico en la capital.
En lo que va del presente año la cifra asciende a 200 accidentes, de los cuales 7 fueron explosiones, siendo las más fuertes las de Llano Grande y la ciudadela Ibarra.
Ante cualquier emergencia comuníquese a los teléfonos:991 o 102, del Cuerpo de Bomberos.
Para evitar tragedias revise con frecuencia que los dispositivos de la cocina se encuentren en buenas condiciones y funcionen correctamente.
Tenga en casa un botiquín de primeros auxilios con lo indispensable: alcohol, algodón, gasas, curitas, analgésicos.
Es importante disponer de un pequeño extintor de incendios cerca de la cocina.
NO VIRE EL CILINDRO
La señal para saber que el contenido del tanque está a punto de agitarse es que la candela cada vez es más pequeña. Si no se dispone de dinero o como un mecanismo de ahorro, hay la costumbre de voltear el cilindro “para que salga todo”.
Si bien esto no implica riesgo a las personas sí puede provocar daños a los electrodomésticos. “En la parte baja del tanque siempre se acumula limalla, porque el gas corroe el metal. Esas partículas pueden taponar el regulador y afectar otros dispositivos”, aclara el capitán.
Si la llamarada no se apaga, mejor compre un nuevo tanque, ya que la reparación del regulador y otros artefactos podrían salir caras.