En menos de dos días, dos bebés fueron asesinados con crueldad. La primera víctima fue una niña de un año y once meses, quien falleció la tarde del sábado, presumiblemente al ser maltratada por su niñera menor de edad.
La mañana del domingo, un bebé de dos meses fue supuestamente estrangulado por su propio padre.
A las 11:30 del fatal día, en una vivienda ocurrió un suceso incomprensible. El padre no se preocupó de que su niño supuestamente se había caído de la cama y quedó golpeado.
Las primeras versiones del progenitor a los investigadores de la Brigada de Homicidios fueron que “mientras lavaba la ropa, al cuidado del recién nacido, en el dormitorio, estaba la hermana mayor, quien de pronto llegó a la carrera para decirme que su hermanito se había caído de la cama”, dijo el hombre.
Al parecer, el papá no dio importancia al estado del pequeño y en horas de la tarde, cuando llegó la madre, lo llevaron al hospital Carlos Andrade Marín, donde los médicos confirmaron su fallecimiento.
El hecho fue reportado a la Policía y a la casa de salud acudieron miembros de la Brigada de Homicidios, quienes realizaron el levantamiento del cadáver.
En el hospital, los investigadores notaron que el padre del niño tenía una actitud nerviosa y a cada momento recalcaba que no tenía la culpa de la muerte de su hijo, pero durante los interrogatorios el sujeto no pudo explicar porqué demoró en llevar al niño al hospital.
El hombre fue detenido y llevado a la Policía Judicial de Pichincha para esclarecer la muerte del niño.
Una vez realizada la autopsia, los resultados fueron escalofriantes: el bebé falleció “por asfixia por sofocación, obstrucción de vías respiratorias superiores, se halló papel higiénico en la orofaringe y asfixia por estrangulación”.
Con estos resultados, los investigadores de la Brigada de Homicidios detuvieron al individuo.
En la audiencia de calificación de flagrancia, las autoridades de justicia hallaron los suficientes elementos para privar de la libertad al hombre de 27 años por el delito de asesinato.
El jefe de la Policía Judicial de Pichincha, Carlos Alulema, pidió mayor cuidado con los infantes, sobre todo al dejarlos con personas extrañas que llegan a trabajar como empleadas domésticas. Empleada doméstica “perdió paciencia con la bebé fallecida” La falta de paciencia y no soportar las acciones de la menor de edad serían los motivos para que una joven empleada doméstica maltrate sin piedad a la niña de un año y once meses de nacida.
La adolescente, de 14 años, llegó a trabajar hace dos meses para cuidar la niña, ya que la madre laboraba en un asadero.
De las investigaciones realizadas por los miembros de la Brigada de Homicidios, que capturaron a la presunta autora del delito, se desprende que el cadáver tenía múltiples cicatrices en la cara anterior y lateral del cuello.
La chica fue aprehendida horas después de la muerte de la infante, en el sector de El Comité del Pueblo, la madrugada del domingo.
La madre de la bebé informó a los agentes del orden que contrató como empleada a la adolescente, porque ella trabajaba y no había quién se quede al cuidado de su hija.
El jueves pasado, la niñera se llevó a la criatura a su casa, donde se presume la maltrató.
Al darse cuenta que la pequeña estaba grave, la implicada dio varias excusas a la madre para no entregársela, hasta que la progenitora recibió al ser de sus entrañas en malas condiciones, dejando de existir la tarde del sábado.