Desde la terraza de la vivienda de dos plantas, Antonio Dacto, de 90 años, observa a sus familiares recoger las cenizas y los pocos enseres que no fueron consumidos por las llamas del incendio ocurrido la tarde del miércoles en La Colmena, centro de la urbe.
Y es que un descuido por poco le cuesta la vida al anciano.
Era alrededor de las 13:30, María Garza dormía plácidamente junto al menor de sus tres hijos. De pronto despertó por el estrepitoso sonido de una explosión. Abrió los ojos y vio que de los cuartos donde habita el anciano salía humo y llamas.
Sin pensarlo ni un segundo, agarró al niño de un año y salió corriendo a la calle. Lo siguiente que recuerda es que el primer piso se prendió por completo.
Según comentó, el siniestro se produjo porque don Antonio, al querer apagar la candela de su cocina, por error arrojó “thinner”. “El señor no se dio cuenta, pensó que era agua”, señaló María.
El combustible hizo que la pequeña llama creciera de tal manera que rápidamente alcanzó objetos sensibles, desatando un incendio que terminó consumiendo por completo su departamento y el de María.
El fuego se extendió a otras habitaciones del primer piso, afectando a un total de cuatro familias.
José, quien vive en el segundo piso, fue de inmediato a rescatar a su padre. De no ser por su rápida acción don Antonio hubiera resultado gravemente herido.
Al parecer la suerte estuvo de su lado porque solo se quemó levemente las manos.
Luego de poner al anciano a buen recaudo, José ingresó nuevamente a la casa en llamas para sacar el cilindro de gas.
Los vecinos no esperaron a que lleguen los bomberos para ayudar. De sus casas traían baldes con agua o mangueras para apagar el siniestro.
A los veinte minutos aparecieron los socorristas para finalizar la labor del vecindario.
Controlada la situación, personal del Municipio se hizo presente para evaluar los daños y prometieron ayudar económicamente a los damnificados a través del bono de emergencia. (VS)