Liliana Alejandra Castillo Quiñónez llegó hace varios años desde San Lorenzo a Quito para seguir los estudios superiores en la Universidad Central del Ecuador.
La tarde del martes la encontraron muerta en su departamento. El sueño de la joven, de 22 años, era graduarse de auditora, por ello estudiaba en la Facultad de Administración.
La muchacha residía en el sector de La Gasca, en un inmueble ubicado entre las calles Humberto Albornoz y García Valverde. Liliana vivía con su hermana, quien días antes culminó las clases y fue a pasar vacaciones con sus familiares.
La víctima se quedó en Quito porque tenía que realizar varios trabajos de la universidad.
El pasado viernes, uno de los allegados se contactó telefónicamente con Liliana para saber cómo estaba. La joven contestó que bien, pero que pensaba cambiarse de casa porque estaba sola.
El sábado, ella cambió de determinación y decidió seguir en la misma vivienda, porque estaba ocupada realizando su tesis para graduarse como auditora.
La tarde del sábado, pasadas las 16:00, Liliana fue vista por última vez por uno de sus vecinos, quienes manifestaron que la joven llegó al domicilio con fundas de víveres acompañada de un muchacho, “pero no pude observar si el joven ingresó o no a la casa con la universitaria”.
La familia se inquietó porque desde el mediodía del sábado no sabían nada de Liliana.
Pese a las insistentes llamadas telefónicas, la joven no contestaba, lo que aumentaba la desesperación de los allegados.
Pasaron más de dos días, hasta que la tarde del martes uno de ellos decidió ir a verla al domicilio.
HALLADA MUERTA
Cuando el familiar llegó a la casa se encontró con las puertas aseguradas, por lo que las forzó e ingresó a la vivienda y en el instante en que entraba al dormitorio encontró a Liliana tendida sobre la cama muy golpeada.
Desesperado salió de la habitación para alertar a los demás parientes y a la Policía del sector.
Los agentes ingresaron al domicilio y verificaron que el cadáver de la universitaria tenía varios hematomas y excoriaciones en el rostro.
Miembros de la Brigada de Homicidios y Criminalística inspeccionaron todo el cuarto para recabar indicios.
El doctor Wilson Quiñónez, tío de la fallecida, muy apenado pidió a la Policía que realice las investigaciones para conocer la verdad de los hechos.
La Policía investiga y trata de saber quién o quiénes acompañaron por última vez a la joven universitaria que estaba por obtener el título en auditoría. (HA)