Presentía que lo iban a matar. Hace una semana le contó a su conviviente que sentía que lo seguían y temía por su vida. Hace algunos años asesinó a un ganadero en Tarifa y él estaba casi seguro que cobrarían venganza. El pasado domingo lo eliminaron de un disparo en la cabeza.
La Policía no confirmó si la muerte de Randy Milagro Torres Sande, de 45 años, haya sido por una represalia, pero mencionaron que se trató de sicariato. Las autoridades descartaron el robo.
Para Dorys Guerrero, la cónyuge, el suceso tiene que ver con el crimen que ella presenció en el departamento donde habitaban, el 11 de julio de 2007, cerca del cementerio de Tarifa. En cambio, los hermanos de Torres no creen en esta versión y manifestaron que se trataría de un lío de faldas.
Estuvo en la “peni”
Cerca del mediodía del pasado domingo, en un bus de la línea 121, Randy Milagro fue asesinado. La víctima se dedicaba a vender celulares y al préstamo de dinero, según relató la conviviente.
Ese día él llamó a su esposa y le contó que tenía un celular y un dinero que debía entregar a una persona, pero no especificó a quién. Él tomó el colectivo en la terminal terrestre y cuando pasaba bajo el nuevo paso a desnivel, dos sujetos se levantaron y uno de ellos le disparó en la cabeza.
En ese momento la gente se alarmó, mientras los autores del crimen huyeron.
Estuvo en la “peni”
En septiembre del año pasado Torres salió de la penitenciaría, pues fue sentenciado por homicidio simple por el crimen del ganadero John Omar Castro Acosta.
El día del crimen, según Guerrero, Randy estaba con ella en casa cuando cinco hombres armados subieron por el techo y entraron a la casa. “Randy se defendió porque ese hombre le disparó. Él le dio una puñalada en el abdomen y cuando vio que este sacó un revólver le dio otra en el tórax, del lado del corazón, porque me iba a disparar a mí”, agregó.
Versiones
“Yo creo que el crimen fue una venganza porque juraron matarlo”, sostuvo la mujer, mientras estaba sentada en una silla plástica fuera de una funeraria diagonal a la morgue. Fue la primera en llegar.
La cónyuge señaló que conocía que Torres tenía al menos cuatro hijos. Dos viven en Bélgica (Europa), uno en Durán (Guayas) y otro en Ventanas (Los Ríos).
Guerrero mencionó que ella tiene dos hijos de su primer compromiso y que tenía planes de casarse con la víctima. Actualmente vivían en La Prosperina, norte de Guayaquil.
Una hermana gemela de la víctima también comentó que a su consanguíneo sentía que lo seguían. Ella señaló que sintió como si era a ella que le disparaban cuando mataron a Torres.
Un hermano del occiso aseguró que “esto no fue por venganza. Creo que se trató de un lío de faldas porque a él le encantaba andar con mujeres”.
“cachinero de caballos”
Torres tenía una tercena antes de asesinar a Castro. Él era conocido como “Cachinero de caballos” en la época, pues según las denuncias de los ganaderos él compraba la carne de animales robados por cuatreros.
Según los registros de la Policía, la víctima tenía dos antecedentes penales: en el 2011 por abigeato (hurto de ganado) y en 2007 por homicidio simple.
(SCM)