La vida de Lubio Rafael Arias Cárdenas, de 35 años, se extinguió cuando solo faltaban cuatro cuadras para llegar a su destino. Dos delincuentes que asaltaron un bus no tuvieron piedad de él y le quitaron la vida de un disparo.
En la denuncia presentada por uno de los hermanos del fallecido, se detalla que el hecho se generó alrededor de las 22:30. Arias se dirigía a su domicilio, ubicado en el Guasmo, dentro de un micro de la línea 26, cooperativa Santiago de Guayaquil, sin imaginar que junto a él viajaban sus verdugos.
El bus, disco 0359, placa GBA-231, circulaba por la Domingo Comín. “El carro iba lleno, recién cuando pasamos por la iglesia de la Stella Maris se bajaron algunos y quedó más espacio. Ahí fue que los pillos aprovecharon y sacaron las armas”, detalló el conductor de la unidad, quien prefirió no revelar su nombre por seguridad.
El chofer recordó que cerca de la cooperativa Mariuxi Febres Cordero los hampones lo apuntaron con el arma, lo obligaron a detener la marcha del vehículo y mantener la mirada hacia abajo mientras se realizaba el asalto.
Al momento del robo, algunos usuarios se levantaron asustados. El alboroto provocó los disparos y uno de ellos impactó a LubioRafael. “No sé qué pasó, solo recuerdo que se armó un corre y corre, hasta que lo mataron. El disparo lo sentí tan cerca que por unos segundos creí que era yo a quien habían herido. Luego me percaté que era el señor quien había sufrido el impacto en su cabeza”, expresó el conductor.
Los facinerosos huyeron dejando a su víctima agonizando dentro del colectivo. Inmediatamente el chofer trasladó al baleado en el mismo bus hasta el hospital Naval, donde se confirmó que llegó sin vida.
Personal de Criminalística acudió hasta el centro de salud para realizar el levantamiento del cuerpo, en medio del dolor de varios familiares presentes.
UN DETENIDO
Al bajar del micro, los antisociales corrieron y uno de ellos arrojó un arma, la que fue tomada por el ciudadano Gabriel Alejandro Caicedo Ruiz. Cuando los moradores vieron que tenía el arma en su poder lo agarraron e intentaron lincharlo, hasta que fue rescatado por uniformados y trasladado hasta la Policía Judicial. En estas dependencias se inició instrucción fiscal por tenencia de armas, ya que no se le encontró vinculación con el asesinato.