La desesperación de quienes pasaban por la calle 7 de Octubre y Octava, de Quevedo, fue grande cuando descubrieron que dentro de un Chevrolet Corsa, placa PLU-185, estaba encerrado un niño de un 1 y medio. Rompieron la ventana del vehículo y rescataron al menor.
Cuando sacaron al bebé la gente no sabía si darle agua o mojarle su cabecita, pues el niño salió deshidratado por el llanto y el calor que a las 15:30 se vivía en Quevedo.
La Policía lo llevó a la Dinapen y luego de una hora llegó un mujer de tez blanca junto a una joven y un adolescente indicando que fueron al médico y dejó al niño porque se durmió.
La muchedumbre enardecida la reprendió a la madre y le expresaron que el menor podía haber muerto de asfixia y deshidratación. Cuando la señora preguntó que cual fue el motivo para que hayan dañado su carro, enseguida varias personas comenzaron a insultarla y la Policía tuvo que protegerla y llevarse el vehículo junto con sus acompañantes porque le iban dar un “cariño”.. (YGV)