Un menor de edad que salía de su vivienda, en la parroquia Tarifa, de Samborondón, murió de un disparo por dos supuestos sicarios que se desplazaban en una motocicleta.
A las 21:30 del viernes, el niño, de 12 años, pretendía dar una vuelta por el centro del pueblo cuando un proyectil le impactó en el costado izquierdo del tórax y quedó tendido boca arriba en el portal de su residencia.
Según testigos, los agresores fueron dos individuos conocidos en el sector como “Vicho” y “Peluchín”, quienes desde una moto y en la vía principal dispararon aparentemente contra el papá del menor de edad.
Los padres del pequeño que estaban cerca de la puerta se tiraron al suelo mientras el chico que ingenuamente salía recibió el plomazo.
Las detonación alarmó a los habitantes de Tarifa. Moradores fletaron una camioneta para trasladar al herido hasta la clínica Sellán, de Samborondón. Ahí los galenos de turno comprobaron su deceso.
El hecho fue comunicado a la Central de Radio Patrulla de la Policía de Samborondón y unos agentes de la Policía Judicial, al mando del cabo Miguel Alvarado Ramos, junto al fiscal de turno, dispusieron las diligencias de ley.
En la escena del crimen los agentes encontraron una ojiva, la cual fue recogida como evidencia para ser enviada al Departamento de Criminalística en Guayaquil para su análisis. Otro grupo de uniformados montó un operativo para dar con el paradero de los asesinos. En una finca encontraron abandonada una motocicleta roja, sin placa, en la que supuestamente se desplazaban los matones.
El padre de la víctima, en la madrugada, presentó la denuncia en la Fiscalía de Samborondón, en la cual expone que el ataque sería una retaliación porque trató de mediar en un incidente que tuvo su yerno con un individuo que le reclamaba porque le había provocado un rayón a un auto (ERS)