Un expolicía fue ejecutado en una guardarraya, en el anillo vial rural de Santo Domingo. Se trataba de Bernardo Gabriel Lorenty Peralta, de 40 años, quien llegó hasta cabo primero en la institución policial y se retiró de las filas en el 2009, donde lo conocían como el “Loco Lorenty”.
El destino quiso que se descubra el caso, ya que los uniformados no tenían conocimiento del hecho. La Unidad de Criminalística circulaba por el anillo vial rural, entre la parroquia Luz de América y Puerto Limón.
Los agentes avanzaban a realizar el levantamiento de cadáver de un hombre que se quitó la vida en el recinto 30 de Noviembre.
Eran las 23:35. La carretera estaba desolada. Como no hay servicio de alumbrado público, la gente no sale de noche y se retira temprano a su casa.
En una vía recta, los uniformados observaron el cuerpo de un hombre abandonado. Tenía las piernas recogidas. Los agentes pararon para auxiliar a la víctima. Parecía que había sido atropellada.
Esa hipótesis cambió en el mismo instante en que los agentes le tomaron el pulso al individuo y observaron el orificio que dejó el proyectil que pasó por el pómulo derecho del exuniformado y otro de similares características en el cuello. El de la cara parecía un lunar.
Se presume que Lorenty fue asesinado dentro de un vehículo a quemarropa. En la escena habían vidrios rotos.
El fallecido no portaba documentos de identidad, salvo un celular en el bolsillo del pantalón que más tarde sirvió para contactar a la familia. En el brazo derecho tenía tatuado un tigre. Vestía casual y tenía la cara empapada de sangre. En ese momento no fue reconocido.
Un lugareño que prefirió no identificarse confirmó que escuchó varios disparos y luego vio a lo lejos dos carros que salían a velocidad.
Ayer, en la morgue, se regó el rumor de que el cadáver hallado en la madrugada era Lorenty. Varios uniformados se acercaron y lo identificaron. Había aumentado de peso, pero se trataba de la misma persona.
Pasado el mediodía, en una camioneta llegó la madre del difunto, Eufemia Peralta. La señora y tres de sus hijos que le acompañaron confirmaron que se trataba de Bernardo Lorenty.
La progenitora mencionó que el martes vio por última vez a su hijo cuando salió de la casa, ubicada en la vía a El Empalme, a las 04:00, y prometió llegar temprano. No estaba casado y era de Quevedo.