“Señora, se acuerda que vinimos ayer”, dijo la mujer que ingresó, acompañada de tres personas más, a la distribuidora de artículos varios Castilmar. La propietaria la recordó. Era la misma que un día antes dejó separada una mercadería.
Segundos después, de dos motos se bajaron los supuestos compradores. Una camioneta roja también se estacionó. Nada raro en una calle donde regularmente se parquean carros.
Eran las 09:45. En la calle Cotopaxi y Guayaquil, corazón del casco comercial de Santo Domingo, el movimiento es intenso. De un momento a otro se escuchó la detonación de un arma de fuego. En la esquina, una mujer gritaba “¡auxilio, auxilio!”.
La señora era la esposa del propietario del edificio, quien abrió la puerta para atender a los supuestos clientes, pero al darse cuenta de las intenciones de los extraños logró escapar.
Mientras tanto, Gonzalo Castillo, propietario del negocio, se enfrentaba a los antisociales. El hombre intentó evitar el asalto.
Castillo terminó en el suelo. Lo golpearon y le dieron un cachazo. Una mujer que estaba en el interior, pariente de los dueños, también fue agredida.
Los bandidos aprovecharon ese instante para apoderarse del dinero y emprendieron el escape. “Llovieron” las balas. Los sospechosos querían evitar ser perseguidos y dispararon.
Uno de esos proyectiles impactaron a un tipo que estaba en la camioneta de placa OCA-901.
El capitán Nelson Yépez, de la Policía, dijo que “de acuerdo a la versión de los perjudicados, la víctima era del grupo que ingresó al local”.
Hasta el cierre de esta edición no se conoció la cantidad robada.
Los afectados dijeron que tenían dinero en la caja y cheques. Estaban asustados. Sin embargo, agradecían a Dios que nadie de la familia murió en el tiroteo.
Reconocido
Pasado el mediodía dos mujeres llegaron a la morgue del Cementerio Central. Una era su hermana y la otra la esposa del abatido.
La compañera sentimental lloró amargamente la muerte de Javier Vicente Núñez Taques. Así fue identificado el hombre que recibió un tiro en la cara.
La consanguínea en cambio, vía celular, comunicó la novedad a otros parientes.Tenía dinero
Una fuente policial refirió que Javier Núñez tenía dinero en su poder. No especificó la cantidad. Tampoco si era el botín del asalto. Las evidencias fueron llevadas a la Unidad de Criminalística.