El mal estado de las vías que conducen a los diferentes cantones de Cotopaxi ha cobrado varias vidas. No ha pasado ni un mes del accidente en la vía a Sigchos, donde fallecieron el diseñador guayaquileño y dos trabajadores municipales, cuando nuevamente las carreteras de la provincia se tiñen de sangre.
En esta ocasión dos angelitos murieron en el sector Guantopolo, a una hora de Latacunga, en la vía a La Maná. Este tramo se halla en proceso de reconstrucción. Por los trabajos se detuvo momentáneamente el tránsito vehicular.
El propietario de la camioneta, el profesor Oswaldo, ante la falta de vehículos por el sector, se ofreció a trasladar a las menores. Un amigo, Juan Chiluisa, informó a la Policía que él se dirigía con una carrera hasta Quindisillí y fue cuando las dos niñas de 8 y 12 años y otro menor que iba dentro de la camioneta aprovecharon para dirigirse hasta Guantopolo.
Las pequeñas iban en el balde de la camioneta Mazda roja, de placa PDB-3593, jugueteaban inocentes de todo peligro.
El trayecto estaba tranquilo hasta que el tráfico nuevamente se habilitó y fue en ese momento que cayeron piedras y golpearon a las dos niñas que iban en el balde.
Las menores quedaron aplastadas ante las miradas desconcertadas de los conductores que estaban en la cola esperando circular. El profesor trató de auxiliarlas, pero nada pudo hacer.
El dueño de la camioneta quedó detenido, mientras que los habitantes de Guantopolo están indignados por la muerte de las inocentes.
DEMANDA
Aquel día de la tragedia los progenitores estaban en Quito, pero las malas noticias se conocen rápido. Cuando se enteraron de inmediato tomaron el carro para el sector, esperaban que sus hijas estén en el hospital, pero el personal del Servicio de Accidentes de Tránsito (SIAT) de Cotopaxi había agilitado el proceso y las tenían en la morgue.
El niño herido al igual que el profesor fueron llevados hasta el hospital Claudio Benatti de Zumbahua.
Los testigos aseguran que los pequeños después de salir de las clases toman camionetas para trasladarse a sus comunidades. Las niñas regresaban de visitar a una tía en Zumbahua y regresaban a su casa.
Rosa Chiluisa estaba al cuidado de sus nietas, no pudo soportar tanto dolor y se desvaneció. Los progenitores manifestaron que demandarán a la constructora Becerra Cuesta, a cargo de los trabajos, por la irresponsabilidad.
Por otro lado, los dirigentes solicitan que se cierre la vía mientras se ejecutan trabajos en zonas de riesgo porque no quieren llorar más a hijos muertos en accidentes. (YIE)