Los policías que a la 01:15 patrullaban la “curva de la muerte”, en la vía a Alausí, se convirtieron en los héroes de alrededor de 40 personas que iban dentro del bus de la cooperativa de pasajeros Loja, de placa LAH-060.
El conductor, que según los ocupantes, iba a exceso de velocidad, perdió pista y rodó 30 metros al fondo de la quebrada. “Gracias a Dios que puso aquella roca en medio de la loma que nos salvó. ¡Fue terrible! El conductor iba a velocidad y por competir con otros vehículos se fue de largo”, relató entre sollozos Cristel Fernández, quien salió desde Quito con dirección a Loja.
Los uniformados escucharon los gritos de auxilio. Se detuvieron e inspeccionaron el lugar y se dieron cuenta que las voces provenían de la “curva de la muerte”.
Reportaron la novedad a la central y llegó el personal de auxilio, informó el mayor Gerardo Badillo, subjefe de Tránsito de Alausí.
Los patrulleros y ambulancias de Colta, Alausí y hasta de Chunchi arribaron al lugar de la tragedia. Los menos graves fueron llevados en las ambulancias del Cuerpo de Bomberos hasta la casa de salud de Alausí, mientras que dos pacientes graves a Riobamba.
El capitán Diego Ricaurte, jefe del SIAT de Chimborazo, informó que las causas del accidente serían la impericia del conductor y la velocidad. Sobre el chofer y el ayudante no tenían información por lo que solicitaron a la oficina central les detalle el nombre del responsable del volante.
Hugo Arellano Mora, jefe del Cuerpo de Bomberos de Alausí, aseguró que prestaron todo el contingente y los movilizaron a las casas de salud más cercanas.
“Pese a los controles en las vías y la estricta Ley de Tránsito, muchos conductores todavía juegan con las vidas de las personas”, manifestó Rodrigo Calero, otro pasajero. El mayor Badillo agregó que después de brindarles los primeros auxilios, los pasajeros recibieron alojamiento en la Escuela de Policía de Alausí, hasta que llegue la otra unidad de la cooperativa y los traslade hasta Loja. El vehículo quedó en la quebrada a la espera que una grúa lo retire del lugar. (Yadilajsa)
Invocando a la Virgen
Patricia Oleas,
Riobamba (Chimborazo)
Enfermeras, médicos y personal del hospital de Alausí atendieron a cada una de las víctimas. Doce fueron transferidos al Hospital Docente de Riobamba. Bomberos de Alausí, Colta y Riobamba colaboraron para las transferencias de los pacientes.
Entre las víctimas se encontraba un ciudadano que labora como guía penitenciario, según se conoció, él debía presentarse en Loja y tuvo que asilarse en una casa de salud.
Los gritos desesperados de los pasajeros de un autobús perteneciente a la cooperativa Loja rompieron el silencio de la taciturna y oscura madrugada luego que el vehículo en el que viajaban cerca de 37 personas terminó dentro de una quebrada, en el sector denominado Casual, a la altura de la “curva de la muerte”.
Kirsen Fernández dijo que el conductor viajaba a exceso de velocidad desde que había partido de la terminal en Quito. Iban con “música a todo volumen”.
La joven aseguró que viajaba con seis familiares, entre ellos su tía, a quien llevaron al hospital de Riobamba.
Junto a ella estaba Noemí Jaramillo, quien no recordaba con exactitud lo que pasó, pero recordaba que todos gritaban pidiendo ayuda, en tanto que Luz Cuenca, la cual iba con su hijo de cinco años e iba a visitar a su madre, al sentir que el carro se viraba, invocó a la Virgen del Cisne y abrazó fuertemente a su pequeño.
Sobre el conductor no se conocía el paradero, quien se esfumó tras ocurrido el percance, pero en el asiento era evidente la presencia de sangre, lo cual significa que también estaba herido.