Se ven cosas raras horas antes de un partido de la selección. Ayer hubo desde locos con los rostros pintados hasta chicas semidesnudas y muñecas inflables, pero lo que más llamó la atención fue la imagen de un dragón con una calavera.Junto a la entrada principal del estadio Olímpico Atahualpa emergía la extraña imagen con alas rojas que portaba una bandera de Ecuador en la mano izquierda y una calavera chilena en la mano derecha.UN MESSu dueño era Javier Anchapaxi, quien estaba rodeado de curiosos.Este artesano, oriundo de la parroquia de Pifo, fabrica este tipo de imágenes en madera y otros elementos.El objetivo de crear esta obra fue “hacer respetar a la selección ante los chilenos”, a quienes ya se les ganó en dos ocasiones.“Empecé a elaborarla hace un mes con materiales como alambre, papel, huesos y hasta con dientes de animales. Hice el dragón porque representa la fuerza, coraje y rebeldía de nuestros pueblos ancestrales”, expresó el artesano.ENTRAR AL ESTADIOLa obra, de un metro de alto, estuvo presente en el partido entre ecuatorianos y chilenos.“Llevaré la escultura, es una careta que deben admirarla todos los hinchas. A las 15:30 entraré al estadio a la localidad de general. Espero no tener problemas al ingresar”, dijo.LO AYUDANMetros más adelante, cerca de la entrada al estadio Atahualpa, estaban sus ayudantes Jairo Aguirre y Jenry Amaguaña, quienes portaban dos máscaras pequeñas.Estas caretas eran un poco más reales, ya que tenían cuernos y dientes de cabra, orejas de ganado y hasta pelos.Aguirre comentó que “nosotros con mi primo le ayudamos a promocionar esto. Son máscaras que representan la cultura de la parroquia de Pifo, ya que el 20 de enero son las festividades. Ahora apoyamos a la selección de una manera diferente”, aseguró el ayudante mientras sostenía con sus dos manos la pesada obra de arte.Antes de retirarse anunciaron el valor de las máscaras: “La grande, que tiene Javier, cuesta alrededor de 300 dólares, esta que lleva mi primo vale 120”, agregó.