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Un balazo que ingresó por un costado del cerebro le quitó la vida al instante a José David Cepeda, joven agricultor y conductor de camión.
El hecho ocurrió al mediodía de ayer cuando nueve personas de una misma familia se movilizaban en una camioneta Chevrolet D’max, placa ICJ-003, por el sector de La Marín, en el centro de la capital.
Según Ángel Cepeda, hermano de la víctima, todos viajaron desde Machachi para retirar 22 mil dólares del banco, correspondientes a la jubilación de su padre, para construir la casita que tanto soñó. “Fuimos a un banco cerca de La Alameda y retiramos el dinero”, manifestó Ángel.
Sin embargo, cuando se disponían a regresar a Machachi, un agente de tránsito los detuvo a dos cuadras del playón de La Marín por movilizarse con exceso de pasajeros.
Una vez que le solicitó los papeles respectivos al conductor el uniformado encontró otra irregularidad, la matrícula del automotor estaba caducada.
“Nos indicó que nos estacionemos en un lugar cercano para no interrumpir el paso y el chofer paró el vehículo casi a dos cuadras”, señaló Ángel.
Varias personas se bajaron del balde de la camioneta para dialogar con el agente y escucharon dos disparos, cuando regresaron a ver solo divisaron a cuatro sujetos que huían en dos motos.
El oficial y los familiares corrieron hasta el lugar y encontraron el cuerpo inerte del hombre de 37 años.
Francisco Cepeda Morocho, padre de la víctima, vio todo lo que ocurrió, porque los dos estaban en el vehículo, pero la bala la recibió su hijo por salvarle la vida.
Los sujetos se sustrajeron del automotor una funda, donde aparentemente estaba el dinero.
Cuando los agentes de Homicidios llegaron al lugar, inspeccionaron el vehículo y encontraron la funda con los 22 mil dólares.
“Los pillos no se llevaron nada, pero sí mataron a mi hermano”, expresó Ángel.
Mientras se realizaba el levantamiento del cadáver, el coronel César Zapata manifestó que la ciudadanía no debe exponerse ante los sacapintas.
“Las líneas telefónicas están abiertas para cualquier persona que vaya a retirar dinero y necesite la presencia policial para salvaguardar su seguridad”, afirmó el oficial.
Francisco en cambió mencionó que no pidieron a la Policía que los acompañaran, puesto que entre 9 personas se sentían seguros y no pensaban que algo así les pasaría.
Los familiares de José lloraban desconsolados a un filo de la vereda, pues no entendían cómo todo sucedió tan rápido, lo único que pedían era que encuentren a los asesinos. (MBM)