Las Secretas es un barrio muy antiguo de Cuenca, pero poco conocido. Fue ahí donde con mano dura empezó el orden y disciplina para los habitantes de la ciudad luego de la muerte de Juan Mariano “Espadachín” Zabala a manos del primer gobernador José Antonio Vallejo, en 1739. Podría decirse, según los historiadores, que por este sector “nació la justicia cuencana”.
En la actualidad el barrio está limitado por las calles Antonio Borrero, Juan Jaramillo, Hermano Miguel y Presidente Córdova, en pleno casco histórico de Cuenca y a tres cuadras del parque central Abdón Calderón.
Los libros El Azuay histórico, de Octavio Cordero Palacios; y el volumen IV de las publicaciones de Nombres antiguos de Cuenca, del historiador Juan Cordero Íñiguez, relatan las vivencias del barrio.
Fue en 1599 que se ubicó en la zona el monasterio de la Madres Conceptas, un claustro a donde ingresaron mujeres jóvenes que de por vida se dedicaron a la adoración a Dios.
SE CUBRÍAN CON VELO
“Pero no solo fueron religiosas, también hubo jóvenes mujeres que sin ser parte de la congregación decidieron enclaustrarse. Hubo dos tipos: las de velo blanco y las de negro, de acuerdo a su estatus social. Las mestizas e indígenas nunca podían llevar velo blanco”, escrito por Juan Cordero
“A las jóvenes nadie las podía ver ni conocer, todo era un secreto, permanecían con el rostro cubierto y en el interior del monasterio se dedicaban a la oración”, relata una parte de las Crónicas de Cuenca, anotadas por al fallecido cronista Antonio Llorét.
Fue en 1600, cuando los “morlacos” (nativos muy agresivos y que portaban en el cinto una arma blanca) denominaron al barrio con el apodo de Las Secretas.
En diciembre de 1739, el primer gobernador de ese entonces, José Antonio Vallejo, descubrió en una sala de billar a Juan Mariano Zabala (19 años), apodado “Espadachín” y acusado de violar a una mujer y agresiones a una religiosa. Fue en un local donde hoy se sitúa el edifico de los correos.
Reseña Cordero que “Espadachín” huyó con rumbo a la calle de Ronda, hoy Calle Larga, a su paso quiso refugiarse en el monasterio, pero el sitio estuvo cerrado, Vallejo en su intento por detener al joven disparó su arma de fuego y lo mató.
“Jesús mío, misericordia”, expresaría Mariano Zabala en el momento de su último suspiro, en la esquina de las hoy calles Antonio Borrero y Presidente Córdova.
“El joven era muy querido por la sociedad, con las hazañas de esa época se granjeó el cariño de sus amigos y conocidos”, indica el historiador Juan Cordero.
EL NOMBRE DURÓ HASTA 1930
Entre el escándalo y la solicitud de justicia de los nativos de ese entonces, en 1740 surge en Cuenca el orden público y la disciplina impuestos con mano dura por José Antonio Vallejo. Nace entonces el amor a la cultura.
El nombre de barrio de Las Secretas duró hasta 1930, cuando surge el proyecto de organización territorial de Cuenca.
En el sitio está la iglesia de Las Conceptas, en el núcleo de la ciudad, frente a una de las plazoletas más tradicionales, denominada “De las Monjas”, en honor a la vecindad del convento y la iglesia.
Parte del claustro se convirtió en el museo de arte religioso, hoy las religiosas han dejado de lado el velo y se dedican a la elaboración de dulces y pastas como método para sobrevivir.
Alemana fue parte del ritual
Ingrid, una alemana de 54 años, tomó parte del rito del florecimiento y la cosecha. Fue en la inmediaciones del parque San Blas, al inicio de la Feria Agroecológica, donde empezaron los eventos con motivo de las festividades de Cuenca.
La turista alemana tuvo curiosidad de conocer el motivo y la interpretación del ritual a cargo del grupo Yachack.
“Se trata de uno de los más antiguos ritos incásicos, donde se forma un coricancha con granos, a manera de la cruz del sur, y junto a la chacana (camino de flores) piden las bendiciones a los espíritus en cuatro altares: al aire, agua, fuego y tierra”, explicó Juan Pedro, chamán del grupo.
Ingrid pidió ser parte de la ceremonia. Al finalizar el ritual, la alemana manifestó haber disfrutado de las tradiciones ancestrales de Latinoamérica.
“Es la primera vez que vengo a Ecuador y visito a Cuenca, una ciudad llena de tradiciones y de seguro en mi país recomendaré para vengan a Cuenca”, refirió Ingrid.
Ayer hubo rumba, bailes y por la noche se presentó en el estadio Alejandro Serrano Aguilar el ex Buki, Marco Antonio Solís, y Noel Schajris, por los 192 años de independencia de Cuenca.