El gobierno de Colombia responsabilizó a la guerrilla de las FARC, con la que iniciará negociaciones de paz, de una explosión que la víspera causó dos muertos y más de 30 heridos, incluidos 14 niños, en una fiesta de Halloween en el municipio de Pradera.
“Tenemos que exigirle a las FARC que dejen de atentar contra la población civil. No es posible que acaben con la felicidad y tranquilidad de personas que salen a celebrar en familia, que niños y niñas sigan siendo víctimas de hechos tan atroces”, declaró el vicepresidente de Colombia, Angelino Garzón, en un comunicado.
Al parecer, las dos personas que murieron eran quienes transportaban los explosivos en bicicleta, pero se les detonaron accidentalmente en un céntrico lugar del municipio, donde una veintena de casas sufrió daños.
En el momento de la explosión, decenas de niños celebraban el tradicional Día de las Brujas. Al menos dos de los 14 menores heridos, de 7 y 11 años, requirieron de una intervención quirúrgica en la cabeza y su salud, por el momento, es estable.
El objetivo de los agresores habría sido el de atentar contra una comisaría de la Policía o contra funcionarios locales que participaban en un acto en la plaza central de Pradera (Valle del Cauca, unos 50.000 habitantes), señaló a los medios el alcalde, Adolfo Escobar.