El barrio Los Tulipanes, del puerto de Chanduy, en la provincia Santa Elena, amaneció consternado por el asesinato del colombiano Jader Ariel Torres Rodríguez, de 22 años, a quien le propinaron 48 puñaladas en diferentes partes de su cuerpo.
El extranjero quedó en un charco de sangre, en el barrio Nuevos Horizontes.
Según testigos, el crimen ocurrió aproximadamente a las 05:00 de la madrugada, cuando la víctima salía con destino a su vivienda luego de disfrutar de una fiesta de cumpleaños.
Los moradores comentaron que escucharon los gritos de dolor de Torres Rodríguez, quien se pronunciaba de manera agonizante. Cuando los maleantes huyeron a precipitada carrera, salieron de sus casas y encontraron al muchacho que estaba muerto.
“Eran tres, dos hombres y una mujer, quienes lo insultaban y le decían que se deje robar, uno de los delincuentes le pedía al otro que lo mate a puñaladas”, narró un ciudadano que prefirió no identificarse.
CULPAN A “GORDO LELI”
Familiares del occiso culpan de este asesinato a un individuo que conocen como el “Gordo Leli”. Este sujeto fue protagonista de una gresca en la fiesta donde también se encontraba la víctima.
“El joven salió a defender a un amigo que peleaba con ese maldito, como mi sobrino se metió “Leli” le gritó que se vengaría. Ese tipo tiene antecedentes y se vino huyendo de Guayaquil. Pensamos que él lo mató”, dijo una de las allegadas del occiso.
Cuando los policías llegaron al inmueble donde residía el presunto culpable, este no se encontraba.
El hecho indignó a los moradores del lugar, quienes reclamaban a los gendarmes por el retraso en acudir a la emergencia. “Si hubiesen venido cuando los llamamos, sin duda encontraban a ese tipo, ahora sabrá Dios a dónde se fue”, decían los protestantes.
LLEGÓ EL VIERNES
Jader Ariel Torres Rodríguez arribó el pasado viernes al puerto de Chanduy. Llegó desde Esmeraldas, donde residía, para visitar a sus familiares que viven en la península.
Como tenía previsto quedarse a trabajar en este lugar, la noche del sábado acudió junto con sus allegados a la fiesta donde ocurrieron los hechos.
RITUAL
Los moradores de Los Tulipanes se opusieron a que los agentes de medicina legal se lleven el cuerpo de Jader Ariel Torres Rodríguez al anfiteatro para la necropsia de ley.
“Nadie se lleva el muerto de aquí, nosotros somos pobres y no tenemos plata para trámites ni nada. Sobre nuestros cadáveres se llevarán el cuerpo”, decían e impidieron realizar el procedimiento policial acostumbrado.
Al sitio acudió el teniente político David León.
Llamó la atención que estas personas, que en su mayoría son oriundas de Esmeraldas, le prendieran fuego a la sangre que derramó el chico en el sitio donde quedó muerto. Decían que con este ritual pronto encontrarán al culpable.